OPINIÓN: Fito Zelaya, Erik Rivera o David Díaz, ¿quién debe ser el ‘9’ de la Selecta?

Con el inicio de la eliminatoria a la vuelta de la esquina, Carlos de Los Cobos (CDLC) ha comenzado a preparar los primeros dos encuentros (Granada y Montserrat) con un combinado de jugadores de la liga local. La inactividad de nuestra Primera División los ha mantenido haciendo “home office” a la mayoría y estos micro ciclos son sin duda agua de mayo para ellos en cuanto se refiere al acondicionamiento físico.

Muchos otros nacionales se encuentran en Estados Unidos, Guatemala, Sudamérica, Europa, volviendo a la actividad con sus clubes. Este grupo de “foráneos” es el que ha reforzado a la Selecta en los últimos años, Andrés Flores, Darwin Cerén, Jaime Alas, Dustin Corea, Denis Pineda, Pablo Punyed y muchos otros nombres más, todos ellos aportando un extra a un consolidado grupo que en su pizarrón tiene el técnico azteca.

La pregunta es clara, directa, ¿quién debe ser el delantero? Es cierto, pregunta simple, pregunta sencilla, pregunta que parece superficial y que deja de lado otros aspectos (probablemente más importantes y profundos) como la preparación, estrategia, logística, plan de trabajo, improvisación, temas federativos, etc. etc. pero pregunta válida al fin e incluso, relevante hasta que comenzamos días u horas antes del partido a preguntarnos ¿cómo alineará el DT?
Pero, por qué no ¿Quién será el portero?, ¿Quiénes jugarán en defensa?, o más importante, ¿por qué esquema de juego o sistema de juego se optará?

Siempre se ha dicho que el sistema debe ser más importante que los nombres, sin embargo si en algo estamos de acuerdo y no nos deja mentir los números, los datos, la estadística, es que nuestra Selecta (nuestro fútbol en genera) ha carecido de “gol” en los últimos años. Los delanteros escasean, son especie en peligro de extinción, el auténtico número 9, el killer, el hombre de área, el ariete, el hombre en punta, el atacante, el finalizador.

Un esfuerzo tratando de responder a esta pregunta podría llevarnos a más preguntas, como si ¿es necesario jugar con un 9? (por lo del “falso 9”) o, ¿se dispone de material para jugar con un esquema donde sea importante quién es el delantero? o, ¿puede prescindirse de un 9 y jugar a la idea colectiva –todos atacan, pisar el área rival con llegada de volantes, extremos, interiores- etc.? y así a otra, y a otra y a otra.

Para responder de la manera más sencilla en mi opinión, si se opta por jugar con un esquema donde haya un “hombre más adelantado” o un “punta en ataque” por no llamarle delantero, lejos de las características –que siempre importan y muchísimo, como experiencia, conocimiento del grupo, docilidad táctica, etc.- me parece que hay elementos que no se pueden dejar de lado y deberían ser los predominantes a la hora de elegir. Primero, actividad, debe ser alguien que este actualmente a nivel de competencia, activado, o que venga de tenerla al menos. Segundo, goles –parece básico- pero se obvia a veces este criterio. Son pocos los salvadoreños que ligan rachas goleadoras en sus equipos, aquí o afuera. Este último dato debería tomarlo en cuenta CDLC a la hora de pensar en quien será su referente de ataque.

Sólo por mencionar un nombre, recientemente conversaba con Dustin Corea en Pizarrón Deportivo, me dijo sentirse apto para el llamado y para ser ese atacante de la Selecta, aunque es muy consciente que se le explota más por la banda. Me dijo “cerré el torneo con 5 goles en los últimos 7 partidos” en Guatemala, una barbaridad. No tenemos muchas opciones. Erick Rivera en Bolivia también ya marcó. Fito Zelaya siempre estará en la lista, por historia, por experiencia, por capacidad, y la lista seguirá.

¿Quién debe ser el 9? ¿Debe jugarse con un 9? La respuesta a la primera pregunta parece ser más sencilla que a la segunda. La decisión de escoger quien juega, lo es aún más. Hora de ir pensando en la respuesta.