¿Qué hace el sobrino de Luis Suárez en El Salvador?

Agustín Suárez, hijo del jugador Paolo Suárez y sobrino de Luis Suárez -delantero del Barcelona-, lleva el fútbol en la sangre y colabora con uno de los campeones de Liga Mayor

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Foto EDH/ René Estrada

Por Varinia Escalante - Twitter: @VSkalanT

2019-01-20 5:00:03

“¿Y cómo me pongo?”, pregunta curioso. Pero sin escuchar respuesta, ya está haciendo técnicas y pechando la pelota. “¿Así está bien?”, repite. Y espera la fotografía.

Es curioso, inteligente y audaz. Tiene once años. Y vive, respira, juega, sueña fútbol. Lo tiene en su ser. Y cómo no, si viene de una familia puramente futbolera. Ese es Agustín Suárez, el hijo de Paolo Suárez, uno de los jugadores insignias que ha tenido Isidro Metapán. Y, además, es sobrino de Luis Suárez, jugador estrella del Barcelona.

Pero este santaneco está forjando su propio destino. Lo está haciendo a su modo, con el apoyo de su papá, pero con sus propias preferencias. Está jugando en las inferiores del equipo de la ciudad calera, donde vive y estudia, y también donde es bolerito.

Esta última función es la que más le gusta, porque pasa metido en la cancha para todos los partidos de las reservas y del equipo mayor. “Nada más cuando me enfermo es que no vengo a los de reserva, pero sino aquí estoy todo el tiempo”, se sincera. “No lo sacás de acá”, había comentado antes Paolo.

Detrás del balón
Agus, como lo llama su papá, está enamorado de la pelota. Es por eso que, con el permiso de su padre, se ha enrolado como bolerito jaguar. Pero no es algo nuevo. Empezó cuando Paolo jugó en Guatemala, en el Comunicaciones; y luego, tuvo algunas oportunidades de ser recogepelotas también en Sonsonate, cuando el 10 calero jugó ahí.

“Aquí (Metapán), me he quedado como bolerito desde hace como un año. Me gusta porque en la grada paso aburrido y prefiero recoger pelotas y veo y vivo el partido adentro de la cancha y gratis también”, cuenta con una sonrisa.

Si le gustaría ser como esos futbolistas famosos que empezaron en ese puesto y luego despuntaron, lo afirma a su estilo y sin ir muy lejos: “En alguien en el que pienso, es en Jaime Ortiz (de Metapán), quien antes fue bolerito y ya ahora juega en la mayor con el equipo. Me imagino que puedo llegar hasta ahí”.

Agustín, además, dice que planifica si se debe o no perder el tiempo en un partido, al alcanzar el balón. “A veces, la paso rápido y bien; pero si sé que el partido está muerto, empiezo a jugar con la pelota. (…) Nunca me ha regañado un árbitro por tardarme, pero una vez los directivos sí me dijeron que no juegue con la pelota y que no pierda más tiempo. Es una responsabilidad”.

Gol dedicado. Abrazo y beso entre Suárez. Foto EDH/Cortesía de @adimetapansv

Pero otra de las motivaciones para el pequeño Suárez es que, si su papá hace un gol, puede celebrar con él en la gramilla, algo que no todos pueden lograr. “Siempre me quedo al lado donde está atacando Metapán, para así si mete un gol mi padre, celebrarlo con él. Pero es casi nunca, porque como no mete”, relata, con una carcajada, “pero ya hemos celebrado un par”, completa. Más tarde, festejaba con su papá el gol del amistoso antes FAS.

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“Hay otros niños que no tienen el privilegio de celebrar con sus padres sus goles, como el hijo de Ronaldo. Y me da satisfacción”.

Paolo acepta que le gusta que su hijo se desempeñe como bolerito y que, adentro del campo, es su motivación: “Feliz de que sea bolerito. La onda es que nunca pierda el contacto con la pelota y él no lo pierde ni durmiendo”.

“Lo apoyo, porque él prácticamente se ha criado dentro de la cancha del fútbol. (…) Y a veces, ando corriendo y en algún córner lo escucho que me grita: ‘Dale, pá’, ‘¿y mi gol?’, y me mira, y cuando lo veo me hace guiñadas o me ríe, y eso la verdad me da muchas más fuerzas”.

Copa y medalla de campeón. Ganó en el nivel 3 de Metapán. Foto EDH/Cortesía Paolo Suárez

Su vida futbolera
Este Suárez más chico ya forja un presente en el fútbol. Juega como volante o delantero, pero le “gusta más volante, aunque me ponen más de delantero, pero me gusta más la posición del medio. En Guatemala, fui goleador del torneo, pero acá son niños más grandes y me cuesta un poco más”, reitera.

Agustín está en el nivel 4 de Metapán, entrena tres días a la semana, por las tardes, y tiene partidos los fines de semana. Ya salió campeón en el nivel 3, en un pequeño torneo, y eso lo inspiró a seguir.

Y ya tiene marcados sus gustos: “De grande, aquí, me gusta el equipo de Águila, me gustaría jugar ahí. Pero si vistiera los colores de Metapán, me sentiría contento. Y me gustaría jugar en el (Real) Madrid, aunque muchos me preguntan por qué no me gustaría jugar en el Barça, si ahí está mi tío, pero no, mi preferido es el Madrid y admiro a Cristiano Ronaldo. También quiero conocer el Bernabéu”.

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“Del juego de mi tío, admiro cómo se lleva a los jugadores, hasta cuatro, y terminan en gol. Y de mi padre, la forma en que manda los pases y en que mete los goles. Pero mi tío, tiene otro nivel, creo que tiene más carrera que mi padre. Él (Luis Suárez) me dice que me vaya a jugar al Barça, pero no”, añade.

Según este santaneco, ya no lo molestan por tener un tío y un papá famosos, pero “antes sí, y yo siempre he dicho que tengo un tío normal y un padre normal, somos una familia normal”, se sincera.

Sobre cómo describe el juego de Agustín, Paolo, quien le da consejos, relata: “Juega uno, dos toques, pero le digo que se suelte más en la cancha y que no se sienta presionado, que entre a divertirse. Pero está chico todavía. Lo dejo que disfrute y lo oriento en el campo, lo traemos en la sangre. Lo hago como papá, porque quiero lo mejor para él”.

Agustín Suárez junto al astro Leo Messi, jugador del Barcelona y compañero de su tío, Luis Suárez. Foto EDH/Cortesía Paolo Suárez

“Como padre, estoy ilusionado de que pueda llegar lejos, pero no le meto presión. Mi hermano tampoco, Luis solo me dice: ‘Dejálo que disfrute, apoyálo como nos apoyaron nuestros padres a nosotros, para que juegue fútbol’. Esperamos que llegue, sino le va tocar estudiar, no tiene de otra”, resume Paolo, y se ríe. Atrás, su hijo se ilusiona y posa para la foto con los balones. Y sonríe.

[ASÍ LO DIJERON ]

“En el futuro, me veo siendo futbolista. De mi tío (Luis), admiro cómo se lleva a los jugadores; de mi padre, sus pases y goles. Tengo un tío y un padre normal”.
Agustín Suárez – De Metapán

“Feliz de que sea bolerito. La onda es que nunca pierda el contacto con la pelota y él no lo pierde ni durmiendo. (…) que disfrute de esto tan lindo que es el fútbol”.
Paolo Suárez – De Metapán