Todo está dicho. Se sortearon los cruces de los octavos de final de la UEFA Champions League y uno resalta por sobre el resto. El duelo entre Barcelona y PSG tiene varias atenuantes, como el enfrentamiento Messi-Neymar, pero también un antecedente cercano que quedó en la memoria del todo el mundo del fútbol.
Allá por 2017 catalanes y parisinos se midieron justamente por la misma instancia, la ronda de 16 del certamen más importante de Europa a nivel clubes. Un duelo de grandísimo nivel, con dos equipos repletos de figuras que buscaban la clasificación a cuartos.
El PSG aún no contaba con Neymar y Mbappé, pero sí tenía a un Edinson Cavani en su mejor momento, a Ángel Di María, a Verratti y a la dupla de centrales brasileños que conformaban Marquinhos y Thiago Silva, una de las mejores del mundo en aquellos días.
Los timoneados por Unai Emery golearon 4-0 en la ida en el Parc des Princes con un doblete de Di María, un gol de Julian Draxler y otro del uruguayo Cavani, y viajaba a Barcelona con la tranquilidad de haber conseguido un gran resultado.
Mas enfrente estaba un Barcelona con un poderío ofensivo tremendo, con la “MSN” en su esplendor máximo, con Iniesta activo y en gran forma y dirigidos por Luis Enrique. Con un Camp Nou repleto de anhelos, el Barça se puso rápido en ventaja con un gol de Luis Suárez a los 3 minutos y antes del descanso aumentó gracias a un tanto en contra de Kurzawa. La hazaña aún quedaba lejos pero faltaban 45 minutos.
Messi metió el tercero ni bien iniciado el segundo tiempo y, ahora sí, los catalanes se esperanzaban. Solo faltaba un gol para al menos forzar los penales. Pero Cavani tenía otros planes y metió un golazo al minuto 62 para desmoronar las ilusiones locales.
Tal y como ya se mencionó, el poderío ofensivo del Barcelona… Cuando parecía todo cocinado para el lado de los parisinos, llegó el milagro culé: al minuto 88 Neymar puso el cuarto con un gran tiro libre, tres minutos después Ney volvió a marcar, esta vez de penal y, ya en el descuento, Sergi Roberto se puso la capa de héroe y marcó el sexto para el Barcelona, desatando la locura y la euforia en el Camp Nou.
El rimbombante triunfo del Blaugrana quedó en la memoria de todos, aún cuando el Barcelona caería eliminado en la siguiente ronda de cuartos de final ante la Juventus que luego sería finalista. ¿Se repetirá un duelo de esa magnitud en esta ocasión?