Con satisfacción. Así cerró su participación el árbitro de playa salvadoreño, Gonzalo Carballo, tras estar en la final del Mundial de Playa Seychelles 2025. Fue cuarto en el duelo entre Brasil y Bielorrusia, que terminó con el séptimo título de la "canarinha".
El de la Barra de Santiago compartió con CANCHA su evaluación y resumen de esta Copa del Mundo, la quinta en su carrera y su segunda final seguida (estuvo en siete juegos). Terminó con el deber cumplido, al poner en alto a El Salvador.
Sobre cómo evaluó su participación en este Mundial, respondió: "Exelente y especial, estando de nuevo en la final".
Y añadió su sentir al ser el cuarto árbitro, y no dirigir como principal, que era el objetivo con el que llegó: "La alegría de estar en una final siempre está y más en este caso que es la de la Copa del Mundo".
"Así como (la alegría) de pertenecer a la élite del arbitraje del fútbol playa. El momento de ser árbitro dentro de la cancha llegará", sostuvo el ahuachapaneco.
En cuanto a si cambió algo respecto a la final de 2024 (Mundial de Dubái), en la que fue tercero, manifestó: "Creo que nada. Al final, vine a trabajar como siempre, a demostrar el nivel existente en Concacaf y en El Salvador".
En este punto, al ser consultado sobre en qué se pudo basar que no lo dejaran como principal, si no que lo delegaran como cuarto, dijo: "Son aspectos fuera de mi alcance, que debemos aceptar y como lo dije: esperar mi momento".
Y si se lo podría considerar como uno de los mejores árbitros de playa de Concacaf, al volver a ser elegido para estar en una final de Mundial, fue claro y directo: "Esa respuesta no se puede decir, simplemente se demuestra en la arena".
Finalmente, si se retirará tras este Mundial, confirmó que no: "Luego de lo vivido en Seychelles, volvió a encenderse la chispa del primer día, y me tendrán hasta que Dios quiera".
