Este periodista de raíces migueleñas ganó 11 premios Emmy en Estados Unidos

Conoce la historia del presentador que es una de las caras más reconocidas de la televisión deportiva en la capital de los Estados Unidos

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Moisés Linares conversó con CANCHA desde su natal, Los ??ngeles, sobre su historia personal, retos actuales durante la pandemia y su perspectiva del fútbol salvadoreño. Foto EDH / Cortesía Telemundo 44

Por Mario Reyes

2020-10-05 8:35:21

Talento, trabajo y mucha paciencia son la carta de presentación del periodista deportivo Moisés Linares, estadounidense con raíces salvadoreñas quien en la última década se consolidó como una de las voces autorizadas del deporte norteamericano para habla hispana.

Moisés tiene una historia capaz de inspirar a aquellos que se encuentran en la lucha por alcanzar un sueño. Nació en 1985 en Los Ángeles, California, de una familia oriunda de San Miguel que huyó de la guerra civil en El Salvador, acontecimiento que lo inspiró a no perder la herencia de sus padres.

Moisés representa la voz de esa segunda generación de salvadoreños que admira y respeta la herencia de sus padres. Todos los días, en Telemundo 44 y NBC, les lleva las últimas noticias de la Selecta, de los legionarios, de la Liga Mayor, pero también es su representación en los grandes eventos del deporte estadounidense y mundial.

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Duro comienzo

Los sueños de Moisés Linares de narrar los juegos más importantes del fútbol norteamericano e internacional nacieron, como es de esperarse, durante su niñez en el sur de Los Ángeles. En un distrito que parece difícil para crecer y desarrollarse, Moisés desarrollaba sus habilidades en su ruta hacia la escuela.

Linares es uno de los periodistas especializados sobre los deportes del área metropolitana de Washington. Foto EDH / Cortesía Moisés Linares

“Desde pequeño crecí jugando fútbol y el deporte y la televisión se convirtieron en un amor desde niño. En el Mundial de 1994 me apasionaba la narración del gol y durante la Copa del 98 narraba partidos del Mundial de Francia, de camino a la escuela, por las vía del tren. Después eso empecé a narrar en la preparatoria, y me decían que yo tenía que hacer esto, que yo debía relatar”, recuerda.

Moisés quería ser como Andrés Cantor o como Hammer Londoño (QEPD), sus primeros referentes. Por eso no sorprendió a sus padres eligiendo estudiar la carrera de periodismo en la Universidad de Northridge en California.

Sin embargo, el ascenso hacia la cima para Moisés Linares ni siquiera había comenzado. Al terminar sus estudios, apenas pudo conseguir algunos trabajos pequeños en DirecTV Sports, Fox Deportes y Fox Soccer Channel, como asistente de producción o columnista.

“Uno cree que terminando la carrera va a comenzar y le van a dar trabajo, y no es así. Lo primero que me ofrecían era jalar cables, ayudar a la edición de los partidos y en manejos de cámara. Pero no eran las oportunidades de estar en cámara, en un escenario real”.

Tampoco fue tiempo desperdiciado para el talento que germinaba en esas cabinas: editaba sus propios demos con narraciones de la Copa Libertadores y se los presentaba a sus colegas veteranos para obtener retroalimentación y pulir su locución.

“Escuchaba mucho la frase ‘estás muy verde’, que me faltaba madurar más, aprender y seguir creciendo. Un amigo mentor, Adrián García Marqués, me dijo: ‘si querés una oportunidad, te tenés que ir de California, si no, no se te va a dar’”.

“Pasé un año aplicando como cien veces”, dice, y se hicieron cinco años tratando de “cachar” la oportunidad de su vida…

Linares visitó Catar en el 2019, para constatar la preparación de la infraestructura local para el Mundial 2022. Foto EDH / Cortesía Moisés Linares

El salto

Fue en 2012. Moisés recibió tres propuestas de trabajo fuera de su ciudad natal: El Paso, Reno y Washington, DC. Esta última era de Telemundo, gran cadena de medios hispanos que le ha abierto puertas a otros salvadoreños y que vieron en Linares tanto un gran talento como el potencial de ser un rostro con el que los salvadoreños en la costa este podían identificarse.

“Manejé mi auto con un amigo desde Los Ángeles hasta Washington con un amigo. Vendí todo, metí cinco sacos, tres corbatas y nos fuimos. Reuní como 2,500 dólares, llegué y empecé a trabajar. Me pusieron una semana para agarrar ritmo y desde entonces nunca volví a ver atrás”, relata.

Fueron meses que cambiaron la vida de Moisés Linares para siempre: la lejanía con su familia, del otro lado del país, y aunque rodeado de millones de salvadoreños en la gran área metropolitana de Washington, DC, debió pasar en soledad sus primeras fiestas como “Thanksgiving” o Navidad.

Con los años, Moisés Linares se ha consolidado como la voz oficial de habla hispana de las grandes franquicias del deporte en el DMV: los Nacionales de la MLB, los ex-Pieles Rojas de la NFL, los Capitales de la NHL y el DC United de la MLS.

En los últimos cinco años, su trabajo ha derivado también en la obtención de once premios Emmy por reportajes con distintas temáticas, que van desde la adicción a los videojuegos hasta las carreras de camellos en las dunas de Catar.

Este último lo llevó a conocer de primera mano los avances en los preparativos para la Copa Mundial de la FIFA de 2022. “Tuvimos una exclusiva con Michael Laudrup, conocimos las dunas como un deporte extremo. Ahorita todos van a ir allá y nosotros ya estuvimos ahí seis años antes. Ojalá podamos regresar ya conociendo a todas las personas. Fue lo más increíble por los recursos con lo que hicimos y lo que logramos después (Emmy)”.

Moisés se preparaba además para ser corresponsal en habla hispana de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, cuando impactó la pandemia del covid-19. Sin embargo, sus primeros años como asistente de producción le han servido para convertir su casa en su nueva sala de redacción, desde donde sigue informando del acontecer deportivo.

Su contacto con la afición salvadoreña siempre ha estado presente. Foto EDH / Cortesía Moisés Linares

La mirada de Moisés

Al igual que muchos de sus compatriotas en el exterior, Moisés Linares está bien enterado del día a día del deporte salvadoreño, muy a pesar de la distancias y de la ocupada agenda que le mantiene también al tanto de otras disciplinas.

Siendo originario de Los Ángeles y radicado actualmente en Washington DC, es natural su admiración tanto por Mauricio Cienfuegos como por Raúl Díaz Arce. Sin embargo, también lamenta que en los últimos años el futbolista salvadoreño haya perdido la categoría internacional que ganó con esta camada de futbolistas en la MLS, que también alcanzaron figuras como Ronald Cerritos o Jorge Rodríguez.

“Hoy en día la afición está un poco molesta o dolida porque al jugador salvadoreño se le ha excluido o no se le trae mucho a la MLS. Quizás por la disciplina, por otros que vinieron después y no dejaron la mejor impresión, pero creo que hay talentos. La primera generación siempre pregunta por qué no hay más salvadoreños, pero los propietarios del equipo son los mismos de cuando estaban aquellos que han manchado el nombre de El Salvador, y eso no ha cambiado”.

Como la mayoría de salvadoreños, Moisés ve difícil la clasificación de la Selecta a un próximo mundial, y aunque no se le oye muy convencido de la actual camada de jugadores, rescata varios prospectos.

“Sigo pensando que quien más sobresale es Óscar Cerén, más me llama la atención y debería jugar aquí. Me gusta mucho (Marvin) Monterroza… Fito Zelaya ojalá pueda recuperar ese nivel que tenía, porque era el nuevo Díaz Arce, el que estábamos esperando… A Darwin Cerén y ‘Ruso’ Flores les ha costado un poco la adaptación a la MLS, pero han tenido consistencia y se han mantenido, mientras a otros jugadores vinieron, no aprovecharon la oportunidad y los escupieron de regreso”.

“En Washington estás en un evento, ves solo azul y blanco y te sentís en el Cuscatlán. Sentís algo en el corazón. Las últimas olas de salvadoreños vienen a Washington, vienen a trabajar y a salir adelante. La gente me saluda, me dice ‘tú eres como nosotros y por eso te queremos’, y eso me conmueve… Washington me arropó, costó un poco al principio… Pero si ellos me van a arropar, tengo que responderles con buen trabajo y buena representación. Levanto la bandera de mi padres, la de El Salvador, y levanto la mía, la de Estados Unidos”.