25 preguntas a Misael Alfaro: “Me hubiera encantado ser doctor para salvar vidas”

Mano a mano con uno de los porteros más emblemáticos del país. Goleador, con una carrera de más de 22 años que ahora continúa desde el otro lado, en el banquillo de entrenador

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Foto EDH/Archivo

Por César Najarro - @cjnajarro

2020-03-05 4:00:27

Referente de Selección Nacional, Álvaro Misael Alfaro Sánchez (49 años) accedió a conversar con Cancha sobre fútbol, pero no tanto en su entorno actual, sino de su carrera en general y de algunas curiosidades que vivió durante más de 22 años de carrera, desde que se inició como delantero y militaba para el Destroyer del Puerto de La Libertad.

1. ¿A qué se hubiera dedicado si no hubiera sido futbolista?

Me hubiera encantado ser doctor para salvar vidas, ayudar al prójimo, a la gente necesitada, que está mal de enfermedades.

2. ¿Qué ha sido más difícil, ser DT o jugador?

Sin duda alguna, la (profesión) de entrenador porque tenés que andar las maletas siempre listas (para irte), porque tenés que estar siempre apto para lo que pueda suceder de un momento a otro. La posición de entrenador no es segura. En cambio, de jugador, tienes un contrato y, media vez estés trabajando bien, haciéndolo bien, y aún a veces les va mal, igual al jugador difícilmente lo quitan. En cambio, de este lado cuesta más. Igual es una sensación bonita estar dirigiendo.

3. ¿Qué le gusta más, dirigir o jugar?

Haber jugado. Dentro del campo puedo defender mi salario, sacrificarme más, puedo cambiar muchas cosas, rumbos de resultados. Para ser exitoso hay que tener esa ambición, sin duda alguna, ser jugador.

4. ¿Cómo decidió ser portero? Todo mundo quiere ser delantero…

Yo era delantero hasta los 14 años, jugaba de arquero solamente cuando no llegaba el portero, o cuando verdaderamente a veces los entrenadores en infantiles me lo pedían, pero jugaba de delantero y de central. Me incliné más por ser centrodelantero, hasta los 14, 15 años en el Destroyer de La Libertad, en el Puerto. De ahí fue que Alianza, al venir de un premundial infantil en el que me tocó jugar de portero, compró mi pase para llegar a sus filas a los 16 años.

Misael Alfaro en su etapa con el Nejapa FC, en partido ante Juventud Independiente en el Complejo de San Juan Opico. Foto EDH: Archivo

5. ¿Siendo delantero fue a jugar un premundial como portero? ¿Cómo fue eso?

Los profesores Remberto Santillana y Lorenzo Marroquín vieron mis virtudes como portero, y me llevaron a un premundial donde jugué en esa posición los tres partidos, contra México, Costa Rica y Jamaica. Justo al retorno, Alianza preguntó por mí al Destroyer, fui a hacerme una prueba, un entrenador paraguayo, Arnulfo Miranda, me observó y pidió que me contratasen (así llegó al cuadro capitalino, en el que debutó en 1988 y siguió hasta 1994. Después, estuvo en Firpo, San Salvador, Águila, de nuevo Alianza, Metapán, Balboa y Nejapa).

6. ¿Ahí le cambió su historia profe? ¿Ya no volvió a jugar de delantero?

Como no, pero en las categorías libres, en el barrio, en las canchas de fútbol rápido, ahí me gustaba más jugar de delantero porque de portero a veces mucho te culpan, te pasan factura los errores. Pero igual, sensación bonita de vivir, sentir. La posición de portero es única en el mundo, que si no tenés personalidad, si no tenés carácter, si no tenés mucho temple para soportar las críticas, las adulaciones que te puedan dar, te podés marear, o desinflar rápidamente. Pero la posición de portero es linda, si volviera a nacer, quisiera ser salvadoreño, futbolista y siempre portero.

7. ¿Qué se siente estar dentro de la lista top ten de porteros goleadores de la historia (Misael es el noveno, con 31 tantos, la mayoría de tiro libre, 11 de penal)?

Recibí una llamada de la Federación de Estadísticas del Fútbol Mundial, me hacían valer que aparecía en esa lista, me mandaron una carta de felicitación, y es algo que no te imaginas cuando comienzas tu carrera, pero todo es en base a lo que Dios te da, muchas cosas importantes. Él me dio el don de ser futbolista, gracias a Dios la supimos aprovechar y nos bendijo para estar en ese top ten mundial.

Me mandaron una carta a la casa donde me felicitaban. No es dinero, pues, pero son cosas importantes que te llenan de satisfacción por haberlas logrado ya que en la carrera de portero es bien difícil lograr goles.

8. ¿No le daba cólera cuando algún compañero se comía un gol cantado, no sentía usted que, de haber estado ahí, lo anotaba?

(Risas). Siempre existe eso, te queda ese gusanito, el haber querido estar ahí para anotar. Pero uno se puede equivocar, somos seres humanos y estamos expuestos a todo ello. Y es bonito porque da la sensación que podés hacer más, luchar más. Ahora como entrenador, a tratar de comprender a los jugadores, aunque difícilmente los resultados te puedan salvar, pero de igual manera no podés estar señalando a un jugador cuando tú ya estuviste ahí.

Misael Alfaro como DT del AD Chalatenango. Foto EDH / Archivo

9. Usted es un entrenador que trata de ser muy cercano a los jugadores pero, al haber sido portero, ¿qué tanto se mete en ese trabajo siendo el DT principal?

Me toca ver cada aspecto, para eso se contrata al preparador físico, auxiliar y al preparador de porteros, pero me gusta estar siempre viendo lo que hacen, aprendiendo y tratar de estar siempre con motivación para que no se nos caiga el grupo, dar las palabras correctas. A veces como futbolista cometemos errores, dejamos ir el tiempo, los años pasan, dejamos de ganar plata, o dejamos las aspiraciones de salir del país, y creo que la mayor ambición debe ser jugar en el extranjero.

10. ¿Cuál fue el entrenador que más le marcó y por qué?

Tuve varios que me marcaron. Julio Escobar, en Firpo; Rubén Alonso, en San Salvador; Helio Rodríguez, en Alianza; el Bochinche Portillo, en Metapán, entrenadores que antes eran personas, pero ellos cuatro los nombro siempre, fueron muy especiales para mí.

11. ¿Y en Selección, nadie le marcó?

Debo estar agradecido con el “Pato” Pastoriza, me llamó a debutar contra Bolivia, fue importantísimo para mí. De ahí, buenos entrenadores, grandes personas como Juan Ramón Paredes, Armando Contreras Palma, Milovan ??ori??, de gran capacidad y personalidad; también me gustó Kiril Dojcinovski, técnicos de gran nivel que nos ayudaron muchísimo.

12. ¿Cómo se dio lo de ser entrenador?

La verdad es que me gustaba más la especialización de porteros. Pero cuando llegué a Águila en el 2014 me dieron la reserva para poderla dirigir, gracias a Dios pudimos salir campeones. Después, ya tenía título clase B, saqué el A, luego a sacar otras actualizaciones deportivas, y eso te lleva al aprendizaje y desarrollo de más variantes.

13. ¿Incluso estuvo estudiando fuera del país, verdad?

Sí, estuve en el Ajax, Liverpool, Manchester, el año pasado, aparte de aprovechar para pasear un poco a actualizar y tener estudios para tener las herramientas que todo entrenador sueña tener.

14. ¿Qué recuerdo de fútbol atesora más?

El suéter que me regaló Taffarel cuando jugamos contra Brasil en la Copa de Oro. Es un suéter que guardo con mucho cariño, aprecio y porque es un portero al cuál admiré mucho. También el suéter que me regaló Rogerio Ceni, el portero más goleador en la historia del fútbol (132 goles). Son cosas que uno va guardando. Tengo también una chumpa de Romario de cuando jugamos con Brasil también. Son los tesoros que nos quedan, porque pisto no queda.

15. ¿Cuál fue el partido que más disfrutó en su carrera como portero?.

Tengo 2 partidos con Selección, uno en Vancouver, Canadá, un 0-0, un 1-0 por en Guatemala, cuando después de muchos años de no ganarle en eliminatoria se consiguió con gol de Raúl Díaz Arce, de cabeza. Son partidos que los guardo porque son juegos bonitos, que quieres que te tiren porque sabés que vas a llegar, bien seguro del trabajo del grupo lo están haciendo bien.

Álvaro Misael Alfaro, con el suéter de la Selecta, antes de una final noventera con Firpo. / Foto EDH Archivo

16. ¿Cómo compagina el fútbol con la familia?

La verdad que tus hijos, que tu familia ande contigo en los juegos es algo importantísimo y que agradezco de corazón, la familia es lo más importante en la vida, y creo que como futbolista, el tener ese apoyo psicológicamente es grandísimo y les agradezco a ellos con el alma haberme aguantado tanto tiempo como jugador y ahora como entrenador. Son los que están con uno en los momentos más difíciles, son ese paño de lágrimas para poderte abrazar en una tarde o noche mala, es lo más importante que hay en la vida.

17. ¿Le gustaría que alguno de sus nietos que lo acompañan a los estadios fuera futbolista?

Tengo 2; ya Santiago salió campeón el domino antepasado en el Mágico González contra las escuelitas del Alianza, jugando para la Academia de Marenco en Santa Tecla. Créeme que es una enorme alegría poder estar en el campo, tomarle fotos, tratar de estar apoyando así como me apoyaron a mí en tantos momentos.

18. ¿Qué momento difícil en su carrera recuerda aún?

Quizás los momentos más difíciles son los que no me acuerdo, cuando me sacaron grave del campo en helicóptero, pero no me arrepiento, si tuviera que volver a dar el alma por el fútbol yo lo vuelvo a hacer. En la vida el futbolista debe perdurar eso, el crecimiento como futbolista y como persona y no guardarse nada. Lo difícil es cuando se te enferma un hijo, la familia, y estando lejos del país, te duele no poder estar aquí con ellos.

19. ¿Cómo fue esa anécdota cuando lo sacaron en helicóptero?

Yo jugaba para Firpo, creo que fue en 1996, allá en Ilobasco contra El Roble. Sufrí una patada en la cabeza por parte de Nolasco, delantero de ellos, en una jugada que no fue premeditada, fue contingencial. Pero de igual manera, son cosas que te marcan. Solo me contaron que convulsioné en el campo, perdí la vista, desperté en el hospital sin acordarme de nada, pero son parte de los gajes del oficio.

Metapán - Águila
Misael Alfaro, extécnico de Metapán, durante un partido ante Águila. Foto EDH / Archivo

20. ¿Nunca le dijo su esposa que se retirara tras ese hecho o por otros problemas de salud que padeció cuando jugaba?

No, la verdad que no, siempre tuve la determinación por el fútbol y si era posible yo dejaba la vida en el campo, era un poco burro, así que nunca hubo ese señalamiento por nadie, mi familia respetaban eso, y gracias a Dios no pasó. Ahora lo que queda es trabajar, tratar de entregar el máximo en la carrera, tan linda que es de entrenador y del fútbol, aunque cuesta mucho, a veces se mira el trabajo, a veces no, a veces te va bien, a veces mal, uno se pregunta por qué a la gente mala le va bien, pero son cosas que pasan, uno debe hacer su trabajo nada más, tratar de hacerlo bien, de hacer las cosas correctas y ser siempre conscientes de lo que pueda suceder dentro del juego.

21. ¿Les pide a sus jugadores que dejen la vida en la cancha? ¿Se molesta cuando ve actitudes displicentes cuando dirige?

Somos de pasar gritando (con Rafael Tobar, su auxiliar), de pasar motivando, de incitar a que el jugador vuelva a la acción porque a veces se desconcentra o pierde la fe, y hay que sacarlo de ese vacío, insistir en que debe creer en él, en lo que debe salir a buscar, a veces cuesta porque manejar un grupo es bien difícil porque son jóvenes en desarrollo, y creen que por jugar fútbol saben todo, pero en la vida uno nunca termina de aprender, uno debe de estar consciente que la vida es para crecer, ayudar, ser humilde, dejar una huella siempre, antes que como futbolista, como persona. Se les inculca eso; algunos lo agarran, otros no, pero hay que dejar semilla.

22. Además de ser DT, ¿se dedica a algo más?

Estuve en la venta de carros y tuve un gimnasio, pero eso ya está en el pasado; ahora me dedico solo al fútbol. A veces he ido a impartir clínicas a Estados Unidos, voy bastante a San Diego, San Francisco, Los Ángeles, Houston, Virginia, Maryland, me dedico más a esto, a impartir conocimiento, a ayudar a las escuelas de fútbol allá, a los jóvenes que están en el extranjero, y gracias a Dios tengo muchos amigos allá que nos ayudan y siempre están pendientes de cuando haya tiempo para ir a hacer ese trabajito por allá.

23. ¿Le gustaría llegar a dirigir la Selección?

Sí, todos tenemos ese sueño, todos los que jugamos en Selección Nacional sabemos que eso es el sueño, poder estar en una selección nacional, disfrutarla, ponerla a jugar como a uno le gusta teniendo las condiciones adecuadas. Pero vamos a paso, me gustaría más que todo poder dirigir a una selección menor para iniciar, trabajar con jóvenes, capaz se me da más eso. Cuando dirigí a Firpo trabajé con muchos jóvenes, en Chalatenango también, con chicos de mucha calidad. Cuando trabajas con jóvenes la disposición es diferente, aunque trabajar con jugadores de experiencia es mucho más fácil si ellos te hacen más fácil el trabajo. Es importante tener esa combinación de métodos y jugadores con calidad.

Misael Alfaro en su etapa con Alianza FC. Foto EDH / Archivo

24. -¿Cómo ve al fútbol actual del país?

Con mucha calidad, con mucha técnica, con condiciones, salarios buenos, pero nos falta mejorar la calidad y atrevernos, el creer en sí mismo para que puedan dar el salto. Prueba de ello, el triunfo de Alianza contra Tigres, ganarle a un equipo mexicano de millones, uno se queda con esa alegría inmensa, hace crecer nuestro país, y si se la pueden creer, por qué no hacerlo.

El salvadoreño tiene la capacidad, lo que nos falta es la mentalidad, la capacidad psicológica para poder soportar cuando sea criticado y el momento también cuando te halagan y no creerte más que los demás. Ahora, en temas de alimentación, organización, estamos atrasados por la metodología de trabajo, la maquinaria, las condiciones, por lo económico, por muchas cosas, pero, como repito, se le ganó a un equipo millonario, tenían la calidad para conseguirlo. ¿Qué tuvieron los muchachos de Alianza? la garra, amor, la lucha, esfuerzo, sacrificio, y pegaron el campanazo a un equipo que, para muchos, venía a un paseo de campo.

25. ¿Usted vistió la camiseta de varios equipos, pero ¿con cuál se sintió más identificado, o a quién le va?

(Risas). Seré honesto, a mí me llevaban a ver al Águila desde pequeño, desde los 8, vi a Garrobita Pineda, a Tractor Machado, Paco Jovel, Mora, Alcides Caballero, los Coreas, vi jugadores de gran nivel y crecí viendo a ese equipo, no voy a ocultar que como aficionado siempre fui aguilucho, siempre tengo ese cariño y aprecio a Águila.

Gracias a Dios pude jugar en 2004 con ellos, lamentablemente no pude estar más que seis meses, después me tocó ser entrenador de porteros y pude ganar en ese puesto la quinceañera con Víctor Coreas como DT principal, sensaciones maravillosas estando en un equipo que yo fui aficionado, y sigo con ese pensar desde pequeño. Igual la otra vez nos tocó enfrentarlos y le ganamos 2-0 y uno lo disfruta porque es nuestro trabajo y hay que hacerlo profesionalmente.