Carlos Roberto Castillo es el cazador de recuerdos del fútbol

Carlos Castillo, acérrimo coleccionista salvadoreño, tiene una cantidad increíble de fotos y recuerdos del fútbol nacional e internacional

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Por Robbie Ruud

2020-02-10 4:00:24

Carlos Roberto Castillo es un salvadoreño que ha vivido entre recortes, banderines, fotos y muchos recuerdos de fútbol, muchísimos. Tiene tantos álbumes propios armados de forma casera, sencilla pero disciplinada finalmente, que la cantidad asusta, y eso que hace unos años hizo una pausa… ¿pero saben? él aún no termina dicha labor.

La vida de Carlos Roberto Castillo ha sido dentro de lo que cabe normal. Tiene hijos, está pensionado, se casó, tiene una casa, una mascota, muchos amigos; hasta ahí todo bien. Sin embargo, Castillo se dedica en ocasiones a llevar resmas y resmas de papel con una cantidad ingente de recuerdos sobre el deporte rey, sí, son sus dichosos álbumes; esos que acostumbró a llevar a cada fecha de la Liga Máster, un certamen que reúne varias leyendas de nuestro balompié.

Muchos exfutbolistas hablan de él como un colega más, aunque nunca se haya dedicado al deporte como tal. Es identificado, y en varias ocasiones hasta esperado, por esos talentos que hace años nos deleitaron con sus goles, salvadas o barridas. Su presencia es demandada por el ego, la nostalgia y hasta la sorpresa de varios exfutbolistas tanto salvadoreños como extranjeros; resulta difícil dimensionar cuánto le estiman a Don Carlos Roberto.

Durante años Castillo ha recolectado miles y miles de recortes sobre fútbol, algunos banderines, y hasta revistas. Su colección es exagerada, brutal, y eso que con modestia se atreve a decir que otros colegas extranjeros le rebasan en cantidad, y quién sabe si en calidad.

Foto: EDH | Marcela Moreno
Foto: EDH | Marcela Moreno

Empezó desde pequeño, hizo un paro mientras la descosía en su vida productiva, y ahora que tiene más tiempo tras haber laborado mucho, ha vuelto a las andadas.

Mientras tenga salud, y ganas por supuesto, no se detendrá para nada. Entrar en una habitación donde tuvo hasta un banner que le imprimieron mal (quería el Monumental de River y le imprimieron la Bombonera), pasando por algunos póster, banderines, fotos. Quiere vehemente al “Pelé” Zapata, y aclaramos que mucho más que al “Mágico” González. Y sí, es así.

Cualquier enfermo del fútbol caería gravemente en una crisis profunda de éxtasis al ver la cantidad de material que Castillo posee. No hay palabras para describirlo, y tampoco suficientes fotos en este espacio, para hacerle verdadera justicia a su apoteósica colección.

“Yo pasé mucho tiempo viviendo en Estados Unidos (30 años) y ahora que volví admito que me ha costado recoger firmas para mis álbumes con personajes que no vi jugar. Me quedé atrapado en el fútbol de los años ochenta, gente con la que me relacionaba y convivía. De tantos futbolistas que no he reconocido a mi regreso a El Salvador, recuerdo primero a Marcelo Messias, con quien hablé ya retirado; tenía fotos de él en varios de mis álbumes y no lo reconocí pese a verlo varias veces hasta que me nos presentaron, bien buena onda. De ahí me sucedió que en otra ocasión hubo alguien quien ‘me bajó’ (engañó) y me dijo que había jugado en la UES, cuando luego unos amigos me advirtieron que no (risas)”.

Foto: EDH | Marcela Moreno
Foto: EDH | Marcela Moreno

“Soy aguilucho por mi hermano, yo tenía como 10 u 11 años en ese entonces, él guardaba recortes del Águila, y por eso me hice emplumado. Otra influencia clave es que una tía era fanática de la selección alemana de antaño, te hablo de años 60’s y 70’s, entonces yo me fui haciendo un coleccionista de recortes y un día empecé a pegar en páginas, como cayeran. Yo no clasificaba al principio los recortes, pero luego con el tiempo me fui haciendo exigente con mi hobbie. Tengo amigos que me dejan “pachito” coleccionando. Compraba gráficos, me regalaban la revista Eventos, y álbumes viejos que olían a cucaracha”.

“Ya me recorrí por completo el centro, y ya he terminado con todos los sitios coleccionando revistas y libros viejos. Ya no tengo más que ver por ahí. Algún día terminaré, porque continúo a mi ritmo. En los ochentas, si yo hubiese tenido la tecnología de hoy cuántas fotos no tuviese con tantos futbolistas. Sabes, recuerdo que la “Chelona” me contaba que su mamá le hacía los álbumes, como en mi caso. Hoy compro camisetas para que me las firmen. Hace poco compré una pelota, y lo mismo. Hace poco en el homenaje a Manuel Cañadas conseguí varias firmas, fue un gran día. Ahora que estoy pensionado tengo todo el tiempo para seguir con mi hobbie, hoy me identifican como el “señor de los álbumes”.

Foto: EDH | Marcela Moreno

“Un señor me ofreció comprar una vez uno de mis compilados reliquias, antes usaba almidón para pegar los recortes, mi mamá me ayudó mucho. Una vez recuerdo que me traje en barco un contenedor de plástico gigantesco con varios álbumes que había hecho en Estados Unidos. Al final sobrevivieron los álbumes, pero se me estropearon un poco. Un amigo me preguntó qué era lo que llevaba allá, en una mudanza tan grande, y le dije que no lo comprendería, que herramientas llevaba. En Estados Unidos compré unas libretas grandísimas para coleccionar los recortes y fotografías. Hasta he comprado en línea, tampoco comprometía mi presupuesto, pero un tiempo compré muchísimo, tuve que calmarme. Ahora pues lo sigo haciendo, pero ya no invierto tanto dinero, pero sí tiempo. Tengo un total, por ahora, de 259 álbumes, y contando”.