La emoción y el entusiasmo por volver a la Primera División no han sido como lo esperaba Luis Ángel Firpo. Su retorno a la Liga Mayor (LMF), tras tres jornadas, ha sido complicado para el equipo usuluteco. Entre derrotas, no golear y una suspensión, el camino ha sido de espinas para los pamperos.
El último chasco, para los usulutecos, lo vivió el equipo el domingo, en la jornada tres, después de que el partido ante CD Águila quedara suspendido. El equipo ganaba, pero ahora todo quedó en una espera para terminar de jugar el encuentro, después de que sea reprogramado en la semana.
Así se suspendió el partido entre Firpo y Águila en Usulután
Pero qué pasa con los de Usulután. Un resumen de lo que ha vivido el equipo, en apenas tres fechas, demuestra lo complicado que ha sido para los firpenses el torneo Apertura 2020.
1. Solo un punto. Esa es apenas la escasa cosecha de los manudos. El fruto de una derrota ante Jocoro (1-0) y de un empate ante Municipal Limeño (0-0) mantiene al equipo en la tercera posición del grupo de la zona oriental, con solo un punto. Un pobre rendimiento para el equipo que, colectivamente, está intentado mostrar un mejor fútbol.
2. Apenas un gol. Los usulutecos tardaron 127 minutos para convertir su primer tanto del torneo. Y lo lograron, además, en una jugada estacionaria: un penalti, efectivo por Armando Polo. La renta, sin embargo, de goles recibidos se equilibra al haber encajado nada más un tanto.
3. Una suspensión. Sin pensarlo, lo que parecía iba por buen camino terminó con un partido suspendido, el domingo. Eso amargó al equipo usuluteco que, posiblemente, pudo haber resguardado el resultado ante los emplumados (ganaba 1-0, hasta los 45’). Ahora, al reanudarse el juego, estará más obligado a salvar los puntos, porque para los emplumados será una oportunidad para recuperarse. No por nada los migueleños son uno de los líderes de esa zona.
4. En solitario. Para Firpo, el castigo ahora es grande, ya que debe esperar a que se le reprograme su duelo y pagará caro al jugar a puertas cerradas. Será el primer equipo, así como al primero al que se lo suspendió, que tendrá que jugar sin público, como medida para prevenir contagios de Covid-19. Incluso, a esta cuota moral, la medida puede ser peor, ya que podría recibir una sanción.
5. Su afición. Si bien es cierto, los aficionados manudos son de los más fieles, y al principio se prepararon ayudando al equipo en la reconstrucción del estadio “Sergio Torres” y el pintado del mismo, la actuación del domingo no ayudó en nada y se convirtieron en un verdugo. El no distanciamiento social que presentó la afición terminó por perjudicar al equipo, con su suspensión. Ahora, a la hinchada le tocará sufrir por no ver concluido el partido, y deberá someterse a medidas más estrictas para futuros juegos.