VIDEO: ¿Quién es Lisandro Pohl, el hombre fuerte del Alianza FC?

Lisandro Pohl conoció al fútbol por su padre, por los partidos que organizaban en la hacienda donde trabajaba este. Iba al estadio a ver al Dragón de Barraza, y luego al Águila. Aquí su historia futbolera en esta cuarta y última entrega.

Por César Najarro | Twitter: @cjnajarro

2020-05-26 6:30:46

¿Cómo llega Lisandro al fútbol? Ya me contó que era aficionado al Águila, ese era me hace suponer que ya no… jaja

No, yo nací en San Miguel, mi papá de allá, y, además, a él le gustaba el fútbol. Chiquito siempre me llevaba a los estadios. Nosotros vivíamos en la Hacienda el Platanar, de mis tíos, pero mi papá es ingeniero agrónomo y la administraba. Y le gustaba el fútbol. Quizás es bastante parecido a mí y quizás eso heredé, que era bien campechano con la gente, con los colonos, se llevaba bien.

Entonces, se metió en el fútbol y armó un equipo ahí en la hacienda, hizo su cancha, con graderíos de madera en la época del 57. Competíamos con los equipos de las otras haciendas. Como todos los dueños se conocían, hacían fiestas después del partido, y ahí es que yo me fui haciendo futbolero.

Iba a ver al Dragón, jugaba ahí Barraza en esa época. Y ya después, cuando se hizo del Águila, todos se pasaron al Águila. Así comencé. Yo me fui en el tiempo del conflicto a Estados Unidos, estaba casado con una americana. Cuando regresé en 1985, divorciado, me contacté con amigos aficionados de Águila que veía en los estadios y
que estaban como directivos.

Ahí fue que me invitaron a las reuniones y, poco a poco, fui. Como yo soy de los que toman responsabilidades, asumí como directivo no sólo por nombres sino que con acción. Trabajaba y aportaba mi cuota económica porque, a Dios gracias, ganaba bien y fui metiéndome con altibajos. A veces me salía porque no tenía tiempo, otras veces porque algo no me gustaba.

Pero fue hasta el presidente…

Y en ese ir y venir fue que me ofrecieron la presidencia. Ahí entro de lleno, ya consciente de la responsabilidad que había tomado y lo que quería para el fútbol. Ya no lo hice pensando necesariamente para el Águila, sino dar un ejemplo para que otros equipos vieran que, si se trabajaba así, se podían mejorar las cosas.

Lisandro Pohl presentando a Luis Anaya como jugador de CD Águila. Foto EDH / Archivo

Con la primera experiencia en Águila, que funciona, lamentablemente los directivos, en lugar de fijarse en todo lo que había costado el trabajo, fueron a traer el dinero que el equipo hizo en la final y se les olvidó todo. Ahí es donde yo dejo de ser directivo de Águila, y al final, te diste cuenta del fracaso en el que terminaron.

Pero ahí yo ya tengo una visión distinta del fútbol y, si puedo ayudar, lo veo así, no necesariamente a un equipo.

¿Por eso se va a Chalate?

Es cuando me voy a Chalate, hicimos un excelente torneo, quedamos en primer lugar, primera vez en su historia, como cuatro o cinco puntos del segundo en la tabla regular. Quedamos eliminados en la semifinal, pero bueno, surgieron jugadores para Selección. Ahí fue por la inexperiencia, o más que eso, el deseo de querer ganar todos los partidos.

El técnico planteó mal creo yo el juego de ida de la semifinal. Cerrábamos en casa por haber terminado en mejor posición y fue un partido que nos expulsaron un jugador, lo perdimos con Firpo que al final fue campeón. El segundo
juego lo ganamos, pero nos hizo falta un gol para haber clasificado nosotros.

Y ya después de eso es que vengo a Alianza. Lo que pasa que con Alianza vivís tantas cosas que ya después no me importan los demás equipos. Ahora sólo me importa Alianza, lo que hago es por Alianza, si otros quieren tomar ejemplo, que lo tomen, pero ya no me preocupa a mí más. Ya a mi edad (69) tampoco estoy para desgastarme en algo más de lo que a mí me gusta, y en eso me he concentrado, en Alianza. Ya hoy que vengan otros que se preocupen por el fútbol en general. Lo que quise aportar lo hice, si lo quisieron tomar, o no tomar, ya se escapa de mis manos. No me interesa más.

¿No le interesaría llegar a la Fesfut, o de nuevo la presidencia de la Primera?

No, siento que hay momentos en que uno puede, y otros en los que tiene que decir no, para eso uno tiene que querer, y yo no quiero eso, mi sueño es retirarme con el mayor número de títulos de Alianza, es mi objetivo y lo disfruto.

Y usted tiene algún título en administración deportiva?

No, la experiencia, jajaja, pero soy administrador de empresas, y en todas mis empresas he sido muy ordenado, me gusta la limpieza, me gusta todo bien en su puesto. Si entro y veo un cuadro torcido, ya me pongo nervioso, entonces, yo lo primero que he hecho en el fútbol, más que pensar en el equipo es pensar en la organización que va a sostenerlo.

Cuando tomé a Águila, en lo primero que invertí fue en mejorar el estadio, como 25 mil dólares, le compramos las sillas que habían sobrado a Edessa, ampliamos la cancha 5 metros, movimos la portería, cambiamos toda la malla perimentral, compramos una máquina para cortar grama y todo el sistema para regar la grama.

Lisandro Pohl en su etapa como dirigente ha estado con Club Deportivo Águila, Club Deportivo Chalatenango y Alianza FC. Foto EDH / Archivo

Invertí otros 15 mil dólares en la casa club. Contraté gente de mercadeo, gerente, secretaria, todo para manejar el equipo profesionalmente. En Chalatenango, lo mismo, y en Alianza igual. Antes de contratar jugadores, contraté gerente, oficina, siempre hemos estado en oficinas bien bonitas. Porque así me gusta, y eso te da la solidez para, ya después, poder. Pero claro, son inversiones y estás hablando de 10 mil dólares adicionales al presupuesto deportivo.

¿Y no planea don Fito Salume (presidente de Alianza) invertir fuerte, tal vez no así al estilo Costa Rica, pero sí en montos mayores para nuestro fútbol, sobre todo viendo el éxito que han tenido?

En algún momento, yo esperaría poder entrar en esa dinámica. El problema es que él tiene muchas empresas, y muchas en otras partes del mundo, entonces viaja bastante. Claro, a él le gusta el fútbol pero como por pausas, entonces, ya ves que se metió ayudar al Águila. Es una inversión innecesaria, en el sentido que él es Alianza (aficionado), pero lo hizo por ayudar a Águila en un momento de crisis.

Le ha ayudado al 11 Deportivo.

Pero así de sentarse, él al proyecto que le invirtió bastante fue al de los jóvenes. En algún momento que sí vamos (a invertir) porque yo quisiera dejarles delineado el plan para que puedan ya al menos desarrollar algo más sólido. Yo me he concentrado más en los jóvenes, en las inferiores y en el equipo mayor, pero ya no tengo esa capacidad. Él sí la tiene pero obviamente tampoco se trata de botar el dinero.

Por eso yo digo que lo que el aficionado, el periodismo, si quiere que tengamos equipos como los tiene Costa Rica, también tiene que dar un giro, apoyar, no tanto a la crítica, sino que apoyar. Siempre habrá críticas, estoy seguro que en Costa Rica critican las malas gestiones, pero no se pasan criticando los 90 minutos de un programa. Aquí es así, de eso no salís porque al final decepcionas a la gente.

Fijate que yo ya no escucho ningún programa, ni tengo por qué porque yo sé lo que pasa en mi equipo, no tengo que oírlo en la radio, en todo caso oigo lo que digo yo, pero ya no, porque uno se enferma de oír tanta cosa. Y tanta desinformación porque empiezan a opinar sin el conocimiento de las cosas, sino porque creen que así es, y tú podés opinar algo, pero ya si lo haces, desinformaste, totalmente se fueron por otro lado que no es lo que pasa.

Yo que estoy metido en esto, ya no me quiero enfermar la cabeza, y yo no veo programas. Leo las noticias en prensa escrita. Ahí sí, me gusta tomar el café leyendo el periódico. Tengo El Diario de Hoy que llega a mi casa. Aquí (en la oficina de Alianza) los tres periódicos, veo la Prensa, el Gráfico, El Diario y hasta ahí nomás. De ahí, estar oyendo radio, nada, sólo que me entrevisten, por cortesía que quieran alguna noticia del equipo la doy, pero de ahí, ya no, e más sano.