Por primera vez en 30 años, las selecciones de fútbol de Corea del Norte y Corea del Sur se enfrentaron este martes en un histórico partido que finalizó sin goles en el estadio de Piongyang, y al que no asistió público ni tuvo transmisión televisiva.
La situación fue cuestionada por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien mostró su “disgusto” por encontrar vacías las gradas del estadio Kim Il Sung, así como por los problemas de acceso al mismo para la prensa extranjera.
“Tenía ilusión por ver el estadio lleno para un partido histórico, pero me ha disgustado ver que no había aficionados en las gradas. Nos hemos sorprendido por esto y por varios aspectos relacionados con la transmisión en directo y los problemas con los visados y el acceso para los periodistas extranjeros”, dijo Infantino, según un comunicado de la FIFA que retomó la Agencia EFE.
El dirigente suizo asistió al encuentro que terminó con marcador 0-0 y que correspondió a la fase de clasificación para el Mundial de Catar 2022.