Las 28 jugadoras de la selección de fútbol femenina de Estados Unidos demandaron este viernes a la Federación Nacional de este deporte por discriminación de género, tras varios meses de conflicto sobre igualdad salarial con sus compañeros hombres y condiciones de trabajo.
La denuncia, presentada en un juzgado federal de Los Ángeles (California), llega a solo tres meses de que las futbolistas disputen la Copa Mundial de este deporte y en ella las jugadoras acusan a la Federación estadounidense de “discriminación de género institucionalizada” durante años, según avanzaron medios locales.
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Las acusaciones no se centran solo en cuestiones salariales, sino también en los lugares donde jugaron y cada cuanto tiempo, las maneras como han sido entrenadas, los tratamientos médicos y el apoyo recibido e, incluso, el transporte para jugar los partidos.
No se trata de la primera vez que la Federación se enfrenta a acusaciones de esta clase: en 2016 cinco de las jugadoras del conjunto presentaron una queja por discriminación salarial ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades, aunque la falta de una decisión por parte de este organismo ha motivado la presentación de esta demanda en una corte federal.
Las demandantes solicitaron un estatus de acción de clase y quieren representar a cualquier jugadora que forme o haya formado parte de la alineación femenina desde el cuatro de febrero de 2015, por lo que el número total podría incluir a varias jugadoras más.