Exjefe de fútbol en RCA y “Rambo” se dicen no culpables de crímenes de guerra

Un expresidente de la Federación Centroafricana de Fútbol, Patrice-Edouard Ngaïssona, y un excomandante de grupos guerrilleros “antibalakas” conocido como “Rambo”, Alfred Yekatom, se declararon este martes no culpables

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Foto: AFP

Por EFE

2021-02-16 9:00:22

Un expresidente de la Federación Centroafricana de Fútbol, Patrice-Edouard Ngaïssona, y un excomandante de grupos guerrilleros “antibalakas” conocido como “Rambo”, Alfred Yekatom, se declararon este martes no culpables de crímenes de guerra y de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional (CPI).

Ngaïssona puso una mano sobre la otra durante la lectura de las acusaciones, mientras Yekatom se limitó a cruzarse de brazos.

“No me reconozco en los cargos que se han presentado contra mí. No soy culpable”, dijo el expresidente de la federación de fútbol. “He oído todo lo que se ha dicho sobre mí y afirmo de forma categórica que los cargos no son correctos, los rechazo todos”, indicó Yekatom por su parte.

Ambos están acusados de liderar entre diciembre de 2013 y diciembre de 2014 las milicias “antibalakas” (“antibalas de AK47”, en lengua local) que presuntamente tuvieron como objetivo atacar a la población musulmana y restituir en el poder al expresidente François Bozizé.

El caso traído a la CPI versa solamente sobre la “conducta personal de estos dos individuos”, advirtió el fiscal Kweku Vanderpuye, y no se trata de “un referéndum o una acusación contra un lado u otro del conflicto” entre los “Seleka”, un grupo guerrillero de mayoría musulmana, y los antibalakas, de mayoría cristiana.

Ngaïssona habría implementado desde el exilio en Camerún, junto al expresidente Bozizé y otros aliados, un plan común para recuperar el poder a través de métodos violentos.

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Según la Fiscalía, era “plenamente consciente” de que las acciones de los grupos antibalakas tendrían como objetivo “a la población civil musulmana en el oeste de la República Centroafricana (RCA)”.

Ngaïssona utilizó presuntamente su posición como presidente de la Federación Centroafricana de Fútbol para influir en los jóvenes y movilizarlos en favor de los “antibalakas”. Así mismo, habría financiado, proporcionado armas y dado órdenes a estos grupos armados.

El otro acusado en la CPI, Yekatom, recibía el apodo de “Rambo”, tenía el poder de nombrar a los comandantes de las milicias y es sospechoso de dirigir en el terreno a una fuerza de unos 3.000 hombres.

“Las instrucciones de Yekatom eran claras: matar a los “selekas” y a los musulmanes”, dijo el fiscal Vanderpuye.

Entre los episodios de violencia recogidos por la Fiscalía se encuentran dos ataques simultáneos sucedidos el 5 de diciembre de 2013, uno en un mercado de la capital Bangui liderado supuestamente por Yekatom, y otro en Bossangoa, al oeste del país.

En Bangui, entre cinco y trece musulmanes propietarios de tiendas fueron asesinados, mientras en Bossangoa la cifra de civiles desarmados muertos ascendió a 28. Como consecuencia, una gran parte de la población musulmana huyó a otras partes de la RCA y a países vecinos.

Otros ataques antibalakas se habrían cometido en la prefectura de Lobaye y en la escuela “Yamwara School”, donde se habría reclutado niños para que actuaran como mensajeros o espías, según la acusación.

En Bangui, decenas de personas se concentraron hoy en el Tribunal Penal Especial para seguir en directo la primera sesión del juicio. Tras la presentación de la Fiscalía, las defensas tomarán la palabra en los próximos días.

Actualmente, y pese a la firma de un histórico acuerdo de paz en febrero de 2019, todavía dos tercios del país -rico en diamantes, uranio y oro- están controlados por milicias.

La RCA ha declarado el estado de emergencia hasta agosto debido al bloqueo de la capital por grupos armados que rechazan la reelección del presidente, Faustin-Archange Touadéra, el pasado 27 de diciembre.

Desde entonces, los seis grupos armados integrados en la entidad Coalición de Patriotas por el Cambio (CPC), formada poco antes de las elecciones, han atacado diferentes urbes.

El pasado 13 de enero, estas milicias que, según Touadéra y la propia ONU, cuentan con el apoyo político del expresidente Bozizé – algo que este niega -, trataron una vez más de tomar la capital en un ataque repelido por el Ejército, tropas rusas y ruandesas y la propia MINUSCA, en el que murió un casco azul.