El futbolista argentino Emiliano Sala, que murió al estrellarse su avioneta en el Canal de la Mancha en enero pasado, estuvo expuesto a altos niveles de monóxido de carbono antes de fallecer, según un informe divulgado este miércoles por la División de Investigación de Accidentes Aéreos británica (AAIB, en inglés).
Las pruebas toxicológicas indican que el delantero del Cardiff estuvo expuesto a una cantidad tan elevada del gas que éste le podría haber provocado un ataque al corazón o haberle dejado inconsciente antes del impacto contra el agua.
La Agencia de Investigación de Accidentes Aéreos del Reino Unido, indicó que el nivel alcanzó el 58%, superando el 50% generalmente considerado potencialmente fatal para un individuo sano.
El piloto de la avioneta, David Ibbotson, pudo haber sufrido la misma exposición, según los investigadores, si bien su cuerpo no se ha llegado a recuperar, por lo que no se le han podido efectuar exámenes.