“¿Por qué nacionalizar, si hay otras Ligas?”, por Varinia Escalante
Me acuerdo cuando a Diego, mi sobrino, lo llevaron con su equipo para ir de la mano con un jugador de Santa Tecla, en el desfile de entrada de un partido de Primera. Su rostro de alegría, por ese momento, lo marcó. Fue un antes y un después para él, quien -si previo a esa experiencia soñaba con un día jugar en Primera y ser seleccionado- la vivencia lo hizo sentir en que puede lograrlo.
Lo que Diego no sabía es lo que le pasa a muchos jugadores de Primera, Segunda, Tercera, Reservas o Sub 17… que un día no lo van a tomar en cuenta, porque van a nacionalizar a otro, y la oportunidad nunca va a llegar. Y no es que esté en desacuerdo en que nacionalicen a Brayan Gil, porque hasta yo gritaría sus goles con la Selecta. No. Pueden hacer lo que quieran. Lo que sí molesta es que puede haber jugadores nacionales, en ligas inferiores, con similar potencial o mejor talento que el cafetero, pero no tienen espacio para mostrarlo y no alcanzarán el sueño.
Y me pregunto qué sentirán esos jugadores que también quieren tener esa mínima oportunidad de ser vistos, que capaz pueden también anotar un póquer de goles, y piden a gritos silenciosos una visoría para su equipo… esa misma que no existe. Seguro esos jugadores merecen igual oportunidad que el joven colombiano, aún más porque ya son salvadoreños, pero nadie los vuelve a ver. Incluso, el hecho mismo de quitar la obligatoriedad de que un reservista tenga que jugar con un equipo de Primera ya cortó muchas opciones y nacimientos de talentos puros.
Dicen que muchos juveniles se pueden ganar el puesto a pulso, mostrando lo que son y lo que tienen así nomás. Pero si nunca les abren la puerta, aunque la toquen, cómo van a poder entrar. Imposible. Me parece que Brayan puede merecer su nacionalización, por sus tantos años viviendo en el país. Pero no se pueden quitar las opciones al resto que ruega por crecer y jugar con la Azul. Así como Diego, que aún espera un día debutar en grande.
“Diputados, no nacionalizar no es la solución”, por Franklin Ponce
El ex jugador de fútbol de la Primera División y Selección nacional, Guillermo Rivera, considera que es “bueno nacionalizar jugadores para reforzar a la Selección. Si lo hace hasta Italia, ¿por qué no El Salvado? ¡Por favor!”. Pero los diputados deciden parar con las solicitudes para nacionalizar, porque “se le hace daño al futbolista nacional, al quitarle un espacio por dárselo a un extranjero”…
Zapatero a tu zapato. Está claro de que el argumento de alguien que ha vivido el fútbol pesa más que el de las personas que solo piensan en el fútbol para ganar votos. Estoy seguro de que si las peticiones de nacionalizar fueran en periodo de campaña electoral las prioridades de los diputados fueran esas. Pero como ahora no es el caso, ni hacen caso a lo que la mayoría de aficionados solicitan, no lo aprueban. Siendo más específico, la naturalización del colombiano Brayan Gil.
Yo reto a los diputados que están en contra de esta propuesta a que me digan, ¿a qué jugador nacional se le estaría quitando la oportunidad de llegar a la Selección, con una nacionalización? Vale la pena recordar que para ser convocado, como los mismos técnicos explican, solo hay que estar pasando por un buen momento deportivo. Es decir, quienes por sus capacidades y cualidades merecen estar en la Selección. Y por mérito, creo que a nadie se le quita la oportunidad, cuando demuestra de lo que es capaz al representar al país.
En el caso de Gil, todo aquel cercano al fútbol reconocerá que será alguien que le ayudará de mucho a la Selecta. Por su edad, no puede ser solo para uno proceso, sino para varios. Señores diputados, si en verdad quieren aportar al deporte y en este caso al fútbol, consulten de expertos y aprueben esta nacionalización, y aprovechen su poder para crear leyes o normas que sean de gran beneficio para el deporte en sí o de ayuda para los deportistas. Ese apoyo será, al final, en el mejor legado que le pueden dejar al país.