Una victoria ante el Borussia Dortmund es lo que necesita hoy el Barça para conseguir el billete para los octavos de final, tres puntos que le dan la tranquilidad y aparcar la Champions hasta febrero, ante las dudas que despierta su fútbol.
Y es que aun siendo líder en LaLiga y en la Champions, el Barcelona no ofrece fiabilidad. De hecho, si no resuelve ante el Dortmund podría meterse en un buen lío, ya que su último partido es en el campo del Inter, donde todo podría pasar.
Será un partido especial para Leo Messi, que jugará su partido 700 con la camiseta del Barça. En 699 partidos acumula 612 goles y 235 asistencias, y también con muchas dudas para Ernesto Valverde, que debe tomar algunas decisiones para confeccionar el equipo.
El Barça tiene las bajas por lesión de los laterales Nélson Semedo y Jordi Alba y por sanción de Gerard Piqué. En la medular, el técnico tiene que decidir entre Arthur o Arturo Vidal, que salvó el partido en Leganés, y adelante también se desconoce el acompañante de Leo Messi y de Luis Suárez.
Los alemanes llegan al duelo contra el Barça en horas bajas y sin Paco Alcácer, tras el decepcionante empate en casa 3-3 ante el colista Paderborn, con el que completaron dos partidos consecutivos sin ganar tras haber caído goleado por 4-0 ante el Bayern en la jornada anterior.
Llegan con urgencia de sumar hoy al menos un punto en el Camp Nou, que el Dortmund además necesita para depender de sí mismo en la última jornada del grupo.