Miles y miles de anécdotas surgen de los diversos partidos que Diego Armando Maradona jugó en su carrera, ya sea oficiales o de exhibición, como fue ya en los años del retiro, parte de esos partidos fueron los llamados “Showbol” con los que recorrió buena parte del mundo.
Uno de esos Showbol tuvo como escenario San Salvador y el césped del Estadio Cuscatlán, el 26 de octubre del año 2006 donde los astros del fútbol se juntaron y dieron espectáculo muy agradable a la vista de los aficionados, pero las camisetas que usó Maradona ese día se quedaron en suelo salvadoreño.
Y así nace esta historia, que tiene como protagonista al doctor de amplia trayectoria en el mundo deportivo, José Heriberto Guerrero, conocido como Tito Guerrero en el ambiente, quien cuenta que los organizadores del evento lo tomaron en cuenta para ser el galeno del equipo de amigos de Jorge “Mágico” González, pero de manera sorpresiva sucedió algo en las horas previas al evento.
Diego Armando Maradona y su partido contra Mágico González en El Salvador
Esos mismos organizadores lo llamaron de emergencia para que atendiera a un par de jugadores del team de Diego, que venían lesionados de Honduras, donde habían jugado un par de días atrás, tal como eran Carlos “colorado” Mac Alister, Diego Soñora y Alejandro Mancuso, quienes fueron atendidos en su clínica.
Ese acto le terminaría siendo agradecido de gran manera, ya que el médico que andaba con Maradona le prometió presentárselo, algo que sucedió tras la conferencia de prensa del día previo y allí llegó una promesa más grande “la camisa que voy a usar mañana va a ser tuya, por supuesto yo emocionado y esperando que no se le olvidara”, recuerda Guerrero.
Ya el propio día del encuentro, Tito Guerrero se logró tomar una fotografía con el “10” y se dio el gran momento, “cuando me vio al terminar el partido, le pidió la camisa al asistente, la autografió y me la entregó, además me autografió varias cosas. La mandé a enmarcar, porque es un tesoro, está enlodada, porque ese día llovió mucho, fue un gran gesto y lo recuerdo con mucho cariño”, expresa emocionado.
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Mientras tanto, como dato adicional, contó qué sucedió con las camisas que portó ese día, “una era la albiceleste y otra la de El Salvador, en el primer tiempo usó la albiceleste, se la quitó y se la dio a su asistente (luego se la dio) y al finalizar el partido intercambió camiseta con el Mágico. Esa camiseta se la regaló a uno de los hijos de Jaime “Chelona” Rodríguez y ahora la tiene él”, afirma.
Un recuerdo que ahora tendrá un valor mucho más especial tras la temprana partida del mundo terrenal por parte del ídolo de Villa Florito, quien descansará en paz en el Jardín Bella Vista de la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina.