Los futbolistas que cambian la pelota por la venta de lácteos

La pandemia llevó a Carlos Aparicio y Nelson Barrios a buscar otra fuente de ingresos, al no poder jugar en este semestre

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A la izquierda, Carlos Aparicio junto a Daniella Nativi. Nelson Barrios también posa junto a su cónyugue Cristina Zelaya. Foto EDH / Cortesía

Por Raúl Recinos | Twitter: @raulonlon10

2020-05-21 5:30:58

Los futbolistas salvadoreños dejaron de recibir sus salarios desde el 20 de marzo pasado, ya que se canceló el torneo por orden de la Fesfut, debido a las restricciones que impuso el Gobierno cuando el país se empezó a ver afectado por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, hay casos de jugadores, como Nelson Barrios y Carlos Aparicio, quienes junto a sus respectivas esposas, montaron negocios de ventas de lácteos para cumplir con las necesidades del hogar.

Así como lo hizo Ricardo “el Chino” Orellana con la venta de lácteos y una florestería, estos dos jugadores también se suman a este negocio.

No se quejan de los ingresos, ya que han tenido buena aceptación de los clientes que han conseguido con sus amistades y a través de las redes sociales, medio por el cual también se les pueden hacer encargos, los cuales llegan a domicilio.

“El principal artífice de todo esto es mi esposa, ella es el cerebro de la idea; ella es la que maneja la mayor parte de todo esto y me corresponde apoyarle. Una noche platicando me dijo: ‘tengo esta idea’ y le dije, si lo tenés vamos a darle, yo te apoyo con todo el gusto del mundo. El negocio ha ido caminando, ella en su parte y yo en la mía y nos fusionamos bastante bien”, contó Aparicio sobre los lácteos Los Abuelos, el cual echaron a andar desde hace unos dos meses.

Carlos Aparicio (der.) acaba de entregar producto y se lo agradece un cliente identificado con camisa del Santa Tecla. Foto EDH / Cortesía

Al exjugador de equipos como FAS, Sonsonate, UES y Chalatenango le toca “hacer el trabajo sucio”, como lo describe, ya que es quien reparte los quesos, crema, chicharrones, tamales o miel de abeja que le encargan: “A uno le toca a andar en la calle exponiéndose, pero lo hago con todo el gusto del mundo. Es increíble, y lo platico con mi esposa en las noches, que nunca me imaginé recibir tanto cariño de la gente”.

“Apa” y su esposa Daniella Nativi de Aparicio tienen tres distribuidores que llegan desde Santa Rosa de Lima -de donde es originaria su cónyugue-, Sonsonate y otro de San Salvador, con quienes está agradecido porque les facilitan el trabajo.

“Le echamos la mano a otra gente que también es emprendedora. Esto es una cadenita, no pensamos solo en nosotros. Son gente que andan en la rebusca en esta situación y tenemos que tenderle una mano, por eso hemos metido variedad”, explicó Aparicio.

“Manejamos toda clase de lácteros, chicharrones, cebollita de la casa, puré, embutidos, huevos, miel de abeja, chocolates en tablilla, horchata, cebada, elotes, tamales de elotes, quesadillas”, agregó Aparicio sobre la diversidad de lo que ofrecen a todos sus clientes.

Como una curiosidad, el exatacante de Sonsonate en el torneo Apertura 2019, señaló que el nombre del negocio lo eligieron sus hijos, para poder incluir a sus abuelos, por parte de papá y mamá.

Aparicio se había tomado un descanso para formar parte de los equipos profesionales, puesto que también empezó a estudiar, “porque tengo que prepararme, tengo la capacidad y también lo hago por mi familia”, aseguró.

Carlos Aparicio, junto a su esposa Daniella Nativi de Aparicio, quien gestó la idea del negocio. Cortesía.

Nelson Barrios, por su parte, tiene más tiempo de estar en la venta de lácteos, ya que la familia de su esposa, Cristina Zelaya, se dedica a este rubro. Por eso inició hace dos años, pero solo con ventas cerca de su colonia. Sin embargo, ante la pandemia del Covid-19 se reinventó el negocio y fundaron lácteos SofiMont, en honor a sus dos hijas.

“Ella retomó la idea, el emprendimiento, me comentó por la situación que estábamos pasando que, en mi caso, nuestro hogar depende de mí cuando estoy jugando fútbol, pero como nos quedamos sin esa entrada, ella tomó esa iniciativa de volver a retomar eso de los quesos”, señaló Barrios.

“A mi esposa le surgieron tantas ideas, la misma situación lo hace a uno ver ideas y, gracias a Dios, ella ya hizo página, yo comencé con mis amigos a pedirles el favor que me ayudaran a ponerlo en sus redes y hemos ido creciendo”, agregó el volante.

Nelson Barrios posa junto a Mendelson López, quien dio el visto bueno a los quesos que le vendió. Foto EDH / Cortesía

Barrios no renuncia al fútbol, tiene puertas abiertas en Marte Soyapango, el último equipo con el que jugó en el certamen que se suspendió, pero tiene claro que continuará con el negocio: “Esa es la idea y esperar las circunstancias que se vayan dando, después cuando se normalice la gente puede salir a comprar y y uno tiene que buscarle la vuelta”.

Barrios, así mismo, señaló que al no poder realizar las entregas porque no puede maneja motocicleta, sí se encarga de hacerlo cerca de su casa y lo ve como un ejercicio, porque a veces le toca caminar hasta dos kilómetros para hacer las entregas.

El mediocampista, al igual que Aparicio, ha generado trabajo, puesto que empezó a trabajar con entregas a domiclio con un solo motocilista y, en la actualidad, ya son tres los que le echan la mano y hace entregas en todos San Salvador, Santa Tecla y, recientemente, se expandió hasta Lourdes, Colón.

Para contactar y hacer pedidos a lácteos Los Abuelos se puede hacer en Facebook y en Instagram, además tiene habilitado el Whatsapp 7676-7967. De la misma manera a SofiMont en las redes sociales y con mensajes al 7708-9466.

Nelson Barrios junto a su esposa Cristina Zelaya y en la mesa con todo el producto lácteo que venden. Foto EDH / Cortesía