A los 7 años de edad se enamoró de la pelota y jugaba hasta descalzo y en calzoncillos porque no tenía. Al ver las virtudes que tenía cuando corría atrás del balón cambió su vida porque pudo jugar a nivel profesional en Segunda y Primera División.
El técnico de las infantiles y juveniles del ADET y lo llevaron a prueba. El equipo de los venados tenía una filial en Segunda y empezó en ese equipo, cobrando 50 colones por partido. Ese fue su inicio a nivel profesional, pero un año después lo llevaron a la reserva del club.
Por su fútbol fue promovido como uno de los juveniles en el equipo mayor y ahí encontró a un buen respaldo que era Francisco “Chico” Contreras: “Solo entrenaba con el equipo de Liga Mayor porque quizás caí bien con los jugadores mayores, incluso “Chico” Contreras empezó a apadrinarme”, recordó Juan Carlos Alfaro.
A los 17 años de edad, en un compromiso de ADET contra Municipal Limeño en el estadio Ramón Flores Berríos fue el debut en el circuito de privilegio: “En contra tenía unos monstruos de jugadores: Omar Sevilla, Marlon Medrano, Tito Díaz, Magdonio Corrales. Era un equipón”.