El gran clásico del fútbol español, el Barcelona–Real Madrid, será por una vez el clásico del silencio. A causa de la pandemia se jugará sin público, sin la presión del escenario y con el balón y el sonido ambiente como protagonistas absolutos.
Nada mejor para sus intereses que recuperar al verdadero líder del Real Madrid. Sergio Ramos, el rey del clásico, está recuperado a tiempo de su rodilla izquierda para disputar el número 45, uno más que Messi.
A su imagen de garra apela el madridismo para la reacción tras un desplome inesperado. Desaparecida la seguridad defensiva que le impulsó a la conquista de la Liga tras el confinamiento, el equipo blanco se ha vuelto vulnerable.
Sigue las incidencias de este gran cotejo: