Lizandro Claros se ha convertido en un ejemplo de superación. Hace algunos meses se conoció a través de las páginas de cancha, su historia, de como le tocó sufrir la deportación de Estados Unidos, luego convertirse en un jugador profesional y ahora ya seleccionado con el equipo mayor, tras haber debutado el miércoles contra México.
Luego del partido, en redes sociales circuló una foto del actual jugador del Águila, cuando era niño y llegó al estadio de Washington (EE.UU.) a ver a la Selecta como espectador.
“En esa foto tenía unos once, doce años, en ese momento uno va a los estadios. Ese partido fue contra España, que jugó la Selección, contra Washington DC, y uno ve a los jugadores como superhéroes. Jugadores, con los que nunca pensé compartir cancha o camerino. La verdad que son sueños cumplidos. Nunca imaginé estar en estas instancias, conocer a tantas personas que en algún momento las vi y las sigo respetando como los mejores jugadores del mundo”, expresó a Cancha, Claros.
El defensor llegó de cambio frente a los mexicanos, a los 51 minutos por Darwin Cerén, para cubrir el espacio que dejó la expulsión de Mario Jacobo (48’). Todavía con mucha emoción e incredulidad, el jugador recuerda el momento que escuchó su nombre para saltar a la cancha: “En el momento que dijeron Claros, me quedé sentado, porque no lo creía. Pensé que no era a mi, pero cuando escuché el segundo grito, salté a calentar emocionado, el corazón se acelerar y pensar en lo que se tiene que hacer en la cancha”, contó.
Añadió: “Lo había soñado demasiado. La verdad que debutar en un partido oficial es una sensación, la felicidad no la puedo explicar. La verdad es que la esperé por mucho tiempo. La Selección iba a estados Unidos, a partidos amistosos, y no podía viajar por mi situación migratoria me frustraba. Me quedaba ese mal gusto. Ahora que se dio la felicidad es inexplicable”.
Este lo considera uno de sus mayores logros en su carrera, un dulce que quita el sabor amargo de algunas cosas que le tocó vivir, entre ellos la deportación: “Dios sabe lo que tiene para cada uno de nosotros. Si Dios no me llevara de la mano, no estaría donde estoy ahora, cumpliendo tantos sueños. Ahora mi carrera siento que va por buen camino, esperando en Dios que me mantenga de la misma forma”.
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Lizandro Claros obtuvo la confianza del técnico Hugo Pérez desde la Selección Sub 23, para el preolimpico que disputaron en Guadalajara (México). Estuvo en los primeros partidos de la octogonal en el banquillo esperando la oportunidad.
“Los que han estado en la banca en un partido de la Selección saben que se siente, se vive una ansiedad mayor que los que están jugando. Pero desde ahí se tiene que apoyar, para que ellos den lo mejor”, dijo.
Pero a pesar de la alegría por el debut, el jugador lamentó la derrota frente a los mexicanos, que complica las aspiraciones para el próximo Mundial: “Muy feliz por el debut, pero triste por el resultado, porque teníamos que tratar de aprovechar la localía. Lo que nos deja es algo difícil, pero con las esperanzas de tratar de clasificar”, señaló.
Por ahora, el defensor ya trabaja con Águila de cara a la visita a Santa Ana, donde este domingo enfrentarán al FAS en el Clásico nacional número 248, el cual esperan ganar para enderezar el camino de su equipo y en lo personal, tratar de aportar al máximo para destacar y seguir siendo miembro de la Selección.
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Este día nuestros jugadores Jairo Henríquez y Lizandro Claros se reincorporan al club después del llamado a selección nacional.#VamosÁguila #DaleNaranja pic.twitter.com/ZPct02poDP
— C.D. ÁGUILA (@cdaguilaoficial) October 14, 2021