OPINIÓN: Los Gil y la Selecta, en espera

Los hermanos son alternativas del ataque de selecciones, que carece de delanteros formados en el país

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Brayan Gil, exdelantero de FAS, entró en el 11 ideal de la fase regular. / Foto Por Archivo

Por Diego Guzmán

2020-01-31 4:00:26

Generaciones pasan y el fútbol salvadoreño sigue adoleciendo de uno de los aspectos más importantes en el considerado “deporte rey”: el gol. El problema no es nuevo, aunque parece así cuando las discusiones y opiniones invaden los artículos escritos, los programas radiales y televisivos.

Selecciones nacionales y equipos de Primera carecen de romperredes que sean garantía de efectividad o, al menos, influyan en acciones de peligro en el área. Y es que, en los últimos años, ha sido poca la aparición de atacantes nacionales que marquen diferencia y, en consecuencia, dejen su huella en la azul y blanco.
Rodolfo Zelaya, delantero del Celaya del Ascenso mexicano, es una de las últimas referencias nacionales de gol, aunque el poco rodaje en su último equipo (Los Ángeles FC) ha mermado su incidencia.

Sin embargo, los hermanos Gil, Cristian y Brayan específicamente, irrumpieron en la Primera División con una producción goleadora aceptable, que ilusionó a sus equipos, y a quienes muchos desean ver vestidos de azul y blanco.

Cristian lo hizo primero con Chalatenango, donde marcó algunos goles determinantes para los norteños, y mostró velocidad y potencia. Por su parte, Brayan brilló con FAS, al volverse su referencia en ataque, ya que terminó entre los líderes de la tabla de goleadores (Apertura 2019).

Los hermanos Gil, hijos de Cristiam Gil Mosquera, son candidatos a colocarse la elástica de la Selecta, gracias a la gestiones en la Asamblea Legislativa, que apresuró el trámite de nacionalización y dio su visto bueno para enrumbar esta opción.

Además, Cristian, Brayan y Mayer residen desde ya hace varios años en el país, por lo que hay cierta identificación con los colores patrios. Por ello, muchos sectores avalan la incorporación de los hermanos a las selecciones, para que así se solvente, en alguna medida, la poca producción goleadora. No obstante, la posibilidad de que los Gil jueguen para la Selecta está en el aire, debido al interés de Colombia para que recalen en sus combinados nacionales.

Cristian, Brayan y Mayer tienen derecho a decantarse por su país de origen, ya que es el sueño de cualquier futbolista: jugar para su selección nacional.

En tanto, la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut), en un comunicado publicado en redes sociales, dejó claro el interés de que los hermanos Gil vistan de azul y blanco, aunque habría que verificar qué tan eficaces han sido las gestiones.

Carlos de los Cobos, técnico de la selecta, no descarta la posibilidad de considerarlos en un proceso de combinado nacional, aunque ha sido claro que depende de las gestiones para su documentación en regla.

En caso de que los hermanos Gil decidan jugar con El Salvador, De los Cobos tendrá más opciones en ataque con proyección. Pero si se decantan por Colombia, De los Cobos seguirá buscando más alternativas que parecen estar en los salvadoreños nacidos en Estados Unidos u otro país, porque los delanteros locales no terminan de consolidarse en los equipos de Liga Mayor.

Cabe aclarar que la incorporación de los Gil, aunque es una buena opción, no es la solución a uno de los problemas del balompié cuscatleco. La carencia de delanteros eficaces formados en el país seguirá y las condiciones para crear verdades canteras nunca se brindan, pese a que la discusión se sigue reiterando con el paso de los años.