El Barcelona selló el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey tras golear con comodidad al Leganés en el Camp Nou (5-0), donde el proyecto de Quique Setién recobró la verticalidad y tomó aire después de la derrota liguera contra el Valencia.
El equipo azulgrana, más incisivo en ataque, sentenció al equipo ‘pepinero’ con los goles de Clément Lenglet y Antoine Griezmann, en el primer tiempo, y Lionel Messi, por partido doble, y Arthur Melo, tras el descanso.
Cambió el libreto Setien y, de una línea defensiva de tres jugadores, recuperó el 4-3-3 más clásico. Se notó en el césped. Messi, con libertad por la derecha, Griezmann, de ‘nueve’, y Ansu Fati, desequilibrando por la izquierda, dieron a su equipo la profundidad que faltó en los primeros tres encuentros del técnico cántabro en el banquillo azulgrana.
Un equipo con más verticalidad y menos académico con el control del balón, aunque sin fiabilidad en defensa. Prueba de ello fueron las seis llegadas que completó el Leganés en el primer tiempo. La primera a los 30 segundos del encuentro, con un zurdazo de Braithwaite que rozó la raíz del poste.