Según declaraciones a la prensa italiana de Francesco Le Forche, inmunólogo de Bérgamo, el partido de ida de los octavos de final entre Atalanta y Valencia fue el punto de partida para la propagación del coronavirus en Italia.
Según su teoría, “el partido fue hace un mes. Los tiempos coinciden. Es el ambiente ideal para el virus. Miles de personas, a menos de dos centímetros de distancia, entre gritos, abrazos y euforia colectiva. Es probable que a ese partido hayan asistido unos cuantos asintomáticos”, aseguró.
Es que para dicho cotejo, el día 19 de febrero del 2020 se vivió una movilización masiva desde Bérgamo a Milán. Más de 45.000 seguidores se trasladaron vía terrestre hacia el norte de Italia, a esto se le suman los aproximadamente 2.500 seguidores del Valencia que estuvieron en el estadio San Siro, donde Atalanta goleó en partido histórico 4-1 a los naranjeros.
“El metro de la capital lombarda tenía aquella tarde un aspecto de un lunes laboral en hora punta. Muchos aficionados, probablemente asintomáticos, expandían el virus por la ciudad sin saberlo”, asegura ‘Corriere dello Sport’.
Crónicas apuntan a la gran hermandad vivida entre ambas aficiones en la previa y después del partido, que acabó con rondas de cerveza, cánticos y muchos abrazos, como lo normal tras un encuentro de fútbol. Por eso las autoridades italianas apuntaban que era riesgo jugar a puerta abierta dicho compromiso, cuando el coronavirus comenzaba a azotar a la región de Lombardía.
Tras ese viaje a Italia, el Valencia reportó el 35% de su plantilla con positivo de coronavirus, también periodistas que viajaron cubrir el juego, mientras en Bérgamo son hasta 3.500 casos confirmados sobre una población de 120.000 habitantes refleja el alto porcentaje de infectados en la pequeña ciudad, de las más castigadas por la pandemia surgida en diciembre del 2019.