La nueva propiedad americana del Roma, presidida por el estadounidense Dan Friedkin, anunció este viernes su renuncia al proyecto de edificación de un nuevo estadio del club en la zona de Tor Di Valle, en el sureste de la capital, al considerarlo “imposible de realizar”.
“La propiedad de AS Roma quiere invertir, para ser competitiva, en un equipo ganador que pueda jugar en un nuevo estadio moderno. El consejo de administración, reunido hoy, tras los estudios de sus asesores financieros, ha comprobado que ya no se dan las condiciones para confirmar el interés en el uso del estadio de Tor di Valle, al ser imposible de realizar”, se lee en el comunicado oficial publicado por el equipo romano.
La familia Friedkin destacó que quiere invertir en un proyecto distinto con respecto al que eligió la anterior propiedad, presidida por el estadounidense James Pallotta.
“La Sociedad confirma la voluntad de reforzar el diálogo con la Administración de Roma, la región y todas las instituciones competentes para realizar un estadio verde, sostenible e integrado con el territorio, analizando de manera constructiva todas las opciones, incluido Tor di Valle”, se lee en la nota.
El Ayuntamiento romano aprobó en 2017 un proyecto para la edificación de un estadio de 52.500 asientos que surgiría en la zona de Tor di Valle, en el sureste de Roma, a unos veinte minutos de distancia tanto del centro de la ciudad como del aeropuerto de Fiumicino.
En junio de 2018, la autoridades italianas arrestaron a nueve personas que participarían en la edificación del nuevo estadio del Roma con la acusación de corrupción.
La operación fue dirigida por la Fiscalía de Roma y realizada por los Carabineros, que detuvieron a primera hora de la mañana a nueve personas, entre ellos algunos inversores y el presidente de la compañía energética ACEA, Luca Lanzalone.
En total, seis personas fueron arrestadas, otras tres han sido puestas bajo arresto domiciliario y 27 sujetos son investigados.