La Superliga europea se está convirtiendo en un cuete soplado. Poco a poco se han ido acumulando las voces disidentes al proyecto que impulsan algunos clubes grandes del Viejo Continente, que van desde autoridades deportivas, políticas, religiosas y hasta los mismos futbolistas y exjugadores.
Uno de los primeros en reaccionar fue el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien ayer confirmó el firme rechazo de la organización a la competición y mostró su total apoyo al fútbol europeo y a la UEFA.
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"La FIFA es una organización construida sobre valores del deporte y solo puede desaprobar firmemente la creación de la Superliga, que es una tienda cerrada y una ruptura con las instituciones actuales, con las ligas, con las asociaciones, y con la UEFA. Déjenme mostrar el total apoyo de la FIFA al fútbol europeo y a la UEFA", dijo.
Por su parte, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, dijo a los clubes que respaldan el proyecto que "están a tiempo de cambiar de opinión y corregir su error", principalmente por respeto a los aficionados y la historia del fútbol.
"Me gustaría dirigirme a los propietarios de algunos clubes ingleses. Han cometido un enorme error, han ignorado la cultura del fútbol, pero lo que importa es que tienen tiempo de cambiar de opinión, todo el mundo comete errores, los aficionados ingleses se merecen que ustedes corrijan los suyos, merecen respeto", afirmó.
En el mismo tono, algunos líderes políticos expresaron su rechazo y advirtieron que no permitirán la creación de una “tienda cerrada”, como han dado en llamar a la competición. El primer ministro británico, Boris Johnson, indicó ayer a las autoridades del fútbol que su Gobierno no descartará ninguna medida a fin de intentar bloquear la formación de la Superliga europea.
Más tarde, Johnson celebró la decisión del Manchester City y el Chelsea de hacer oficial su retiro de la competición, de la que también el Manchester United está pensando en hacer lo mismo. El Barcelona, en tanto, anunció ayer que supeditará a la decisión que tomen sus socios sobre la participación en la competición a la que el Bayern de Múnich también mostró su total rechazo.
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Hasta los mismos jugadores se han mostrado contrarios. Kevin de Bruyne, del Manchester City, puso en redes sociales: "Con todo lo que ha pasado estos días, lo más importante es que estemos juntos y tratemos de encontrar una solución. Sabemos que esto es un negocio y que soy parte de ello, pero también sigo siendo el pequeño niño que solo quería jugar al fútbol".
David Beckham, exjugador del Real Madrid, también escribió en sus redes sociales: "Necesitamos que el fútbol sea justo y necesitamos competiciones basadas en el mérito. Si no protegemos estos valores, el juego que amamos estará en peligro".
La publicación recibió el "me gusta" de jugadores del Real Madrid como el brasileño Marcelo, el croata Luka Modric, Álvaro Odriozola y Lucas Vázquez, una reacción que entra en conflicto con el posicionamiento del club blanco y su presidente, Florentino Pérez, que asumió la presidencia también de la Superliga.