Los albos muestran otra cara cuando juegan en el plano internacional, específicamente contra los equipos hondureños. En el torneo local saben controlar a cualquier rival. Todo distinto a lo que sucede cuando salen de El Salvador. La imagen de los blancos, ayer de azulnegro, fue igual de lamentable que cuando jugaron contra Motagua, en Liga Concacaf, y que ahora terminó con la victoria (1-0) del Olimpia, en la ida de las semifinales de la Copa Premier Centroamericana.
Pero el resultado deja la serie abierta, para el partido de vuelta que se jugará el 8 de enero del 2020, durante la pretemporada en las dos Liga, donde el conjunto aliancista quedará obligado a ganar por dos goles para remontar la serie y avanzar a la final de este torneo invitacional.
Los dos equipos resentían seis jugadores por estar con sus respectivas selecciones. Más castigado el equipo paquidermo, porque todos los ausentes son parte del esquema titular.
Sin embargo, los que tuvieron actividad en Tegucigalpa, son constantes en el equipo de Wilson Gutiérrez. Pero estos nunca se supieron acomodar al partido.
El colombiano repitió el planteamiento de los últimos encuentros, con el 4-4-1-1, pero sin una conexión entre las líneas. Por su parte, los leones fueron ordenados y atrevidos
Alianza fue muy poco en controlar la pelota, generar peligro, lograr profundidad de juego y en tener atención en las marcas. De los que si hubo mucho en los paquidermos fue desorden e imprecisiones. Olimpia aprovechó todo eso y dominó por completo el encuentro.
En el primer tiempo, todas las estadísticas eran favorables para el conjunto felino. La más importante para ellos, la del marcador, donde se habían puesto al frente con gol de cabeza de Eddie Hernández, tras un tiro de esquina (43’).
Las otras ocasiones, que formaban parte de los eran ocho disparos a portería, algunos se habían ido desviados y otros fueron tapados por el portero Víctor García, clave para que los albos no recibieran una goleada.
En el segundo tiempo hubo leve mejoría de parte de los paquidermos, para soltarse la presión y llegar sobre la portería e Edick Menjívar, quien solo fue exigido en tres oportunidades, dos en el primer tiempo y uno en el segundo. Los primeros dos fueron un disparos directos, sin potencia y el último, cortando un centro a media altura.
Pero la mejoría del equipo estuvo en la media cancha, donde ahora hacían las transiciones con mayor idea. Mucho ayudó el ingreso de Marvin Monterroza, quien se mostró bastante recuperado de la lesión. Buenas noticias para un jugador, que tras esto se incorpora a la Selección.