La histórica rivalidad entre Club Deportivo Águila y Alianza Fútbol Club da para escribir unos tres tomos solo para las finales que ambos han disputado en Primera División, todas con sus héroes, villanos, cábalas y guiños entre sí, pero que comparten algo en común: enriquecer la historia de nuestro fútbol.
Para este domingo, cuatro títulos nacionales habrán sido definidos en final “albinaranja”. Dos de ellos relucen ahora en el palmarés negronaranja (1976 y 2019) y una, en el de los albos (1986-87). Y si los números pudieran predecir el próximo resultado, habría que tomar en cuenta algunas curiosidades.
CINCO DUELOS PARTICULARES que no puedes perder de vista este domingo durante la final
Las anteriores tres finales Águila-Alianza quedaron empatadas en sus primeros 90 minutos. También se definieron con marcador de 3-1, ya sea durante el juego o en penales. Además, la de este domingo será la tercera de las cuatro finales que se juegue en los dos primeros meses del año, cualquier motivo.
El “Súper Águila”
La primera final entre emplumados y paquidermos fue en 1959, pero en la liga de ascenso. Esa también la ganaron los orientales y, en 1976, se encontraron por primera vez en la definición de un título en Primera.
Águila, el entonces rey de copas (6), era claro favorito y presentaba un plantel lleno de estrellas, dirigido por el histórico Conrado Miranda que un año después llevó a ser campeones de la Concacaf a Mario “Macora” Castillo, Luis “Pelé” Zapata, “Cisco” Díaz, Moisés “Pechemono” González Cepeda, Juan José Polío ylos brasileños Ademir Barboza (portero) y Pinho, etc. Fueron líderes de la fase de clasificación y se toparon con un Alianza que rozaba los nueve años sin tocar una copa.
Salvador Mariona, capitán e ídolo albo de los 60 y 70, apenas recuerda detalles de aquellos partidos, pero sí tiene presente lo difícil que fueron aquellos años de sequía. “Alianza tuvo una época en que al equipo prácticamente lo salvamos Raúl Magaña, “Tigre” Zamora y yo. Teníamos 6-8 meses de no pago y al acudir a la FESFUT, nos dijeron que, si no nos pagaban, el equipo lo administrábamos nosotros. No existían patrocinadores como ahora y solo tocaba bolsearse a los directivos”, asegura el exdefensor.
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De todos modos, los albos vendieron cara su derrota y empataron 1-1 el primer juego, el 18 de enero de 1976: abrió la cuenta González Cepeda (28’) y lo empató por los blancos el chileno Hugo Ottensen (68’). El resultado obligó a un segundo partido, una semana después y que acabó 3-1 a favor de Águila: González Cepeda (1’), Cisco Díaz (18’), Polío (21’) y descontó Víctor “Pato” Valencia (24’). Fue el primer título celebrado en el recién inaugurado Estadio Cuscatlán (1975).
El milagro del ‘87
Otros once años faltaron para que Alianza y Águila se cruzaran en otra final, ahora tras una extensa temporada 1986-87 que tuvo a los emplumados como líderes de la primera fase general y a los albos como ganadores de la cuadrangular final.
A esa cita del 22 de febrero de 1987, Alianza llegó desesperado por un título luego de cinco subcampeonatos en 20 años. Ante Águila, jugó una de las finales más recordadas en la historia de los torneos largos, una que acabó 0-0 en 120 minutos, con tres expulsados y un 3-1 por penaltis, con Raúl Chamagua como héroe de la meta blanca.
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“Macora” Castillo se retiró tras aquel partido disputado con Águila y tiene presente el “exceso de confianza” de su equipo antes de aquella cita: “Teníamos un gran equipo e íbamos confiados de ganar el título; Alianza fue el último en clasificar, pero nos llevamos la sorpresa de que ganaron todoslos partidos de la cuadrangular. En los entrenos en San Miguel, antes de la final, sentíamos que no teníamos temor ni que nos iban a fallar los nervios, sentimos que a ganarlo íbamos”.
Ese Alianza también tuvo en sus filas a Antonio García Prieto, Julio Palacios Lozano, Joaquín Canales y a los uruguayos Mario Rey y Rubén Alonso, entre otros. Les dirigía el chileno Ricardo Sepúlveda.
El “Romerazo”
Ya en la era de torneos cortos, 32 años después de su última cita, Alianza, tras un título invicto y bicampeonato (2017-18) y una final perdida por un pelo ante Santa Tecla, por fin llegaba como favorito a una final contra el Águila del DT Carlos Romero (Clausura 2019).
Aquella final, apática en fútbol pero dramática en cada minuto, volvió a carecer de goles. El uruguayo Waldemar Acosta marcó el penal del triunfo 3-1 e inmortalizó a sus compañeros Benji Villalobos, Andrés Quejada, Marlon Trejo, Ronald Rodríguez, Santos Ortiz, Diego Coca, Wilson Rugama y otros que hoy aún visten la negronaranja.