La paciencia premió a Águila con los tres puntos, con la victoria sobre Santa Tecla (1-0), los séptimos en tres partidos, con el que llegan a nueve y aparecen en los primeros puestos. Los periquitos seguirán siendo el único equipo sin ganar y últimos en la tabla.
Partido atípico en el estadio Barraza, sin la presencia de aficionados, por la sanción que debió pagar Águila, impuesto por la Comisión Disciplinaria de la Fesfut, por la reincidencia del ingreso de pólvora.
Al no contar con público, los emplumados omitieron los actos protocolarios. En las gradas del sector de platea se ubicaron los medios de comunicación, algunos dirigentes de ambos equipos, integrantes de las reservas y los policías.
En las afueras del estadio, en un kiosko, se reunieron algunas personas identificadas con los colores del negronanja, para ver el partido por la televisión, tratando de estar lo más cerca posible del equipo, aunque hasta la cancha no se oyera nada del apoyo que hacían.
El silencio en las gradas facilitó escuchar todo lo que se dijo en la cancha, que entretenía más que el mismo partido, en el primer tiempo. Desde regaños entre mismos compañeros, también los del cuerpo técnico y los árbitros a los jugadores, y las respuestas de estos. Además, los insultos entre rivales, para tratar de intimidar.
Si no fuera por estos detalles, el primer tiempo pasa desapercibido en el estadio Barraza, con dos equipos que generaron poco fútbol. Mucho juego de media cancha, con varios balones imprecisos y mucha pierna fuerte. Con poca diferencia, Santa Tecla tuvo más dominio de pelota, pero los orientales con las mejores ocasiones para anotar.
En Águila, José Vizcarra, por Waldemar Acosta fue la única novedad dentro del 4-1-3-1-1 con el que salió Daniel Messina en este partido, pero que al grupo le costó entender la idea.
Mientras Santa Tecla, con varias variantes, el técnico Osvaldo Escudero planteó un 4-4-1-1, utilizando mucho el juego por los costados, aprovechando la velocidad de Wilma Torres y Wilfredo Cienfuegos. Causaron peligro con el balón parado, una de ellas con un tiro libre que se convirtió en centro, que le quedó sin marca a Wilma Torres, pero conectó de cabeza desviado (37’).
Esta situación llegó después de dos salvadas que tuvo Santa Tecla, ante un cabezazo de Santos Ortiz que exigió al portero Jesús Dautt, y otro del “Chino” Vizcarra, que pegó en el larguero (35’), ambas en tiro de esquina.
Estas ocasiones llegaron después del periodo de hidratación que ofreció el referí Iván Barton, ante la alta temperatura que se sintió en San Miguel y que poco después resintieron algunos de los tecleños, quienes se mantuvieron tomando líquido de forma constante.
Mejoría
Hasta cierto punto, sumar era bueno para los dos equipos. Pero la realidad era que ambos estaban obligados a ganar y por ello salieron a arriesgar más en el segundo tiempo, permitiendo que el partido se abriera más, generando un poco de más profundidad y creando más ocasiones de gol, aunque siempre fueron pocas.
Pero fueron los emplumados quienes salieron a arriesgar más, aunque los tecleños asustaron con una jugada que Cienfuegos no pudo definir, tras el pase de Ricardinho, quien lo vio entrando con buen perfil por el otro sector (55’).
Luego de esto, Águila tenía llegada, pero no precisión al entrar al área, hasta que en una jugada por la derecha, Joaquín Vergés centró y encontró en punto penal a Nicolás Muñoz, quien definió de cabeza, dejando sin chance los centrales y portero tecleño (78’).
Un tanto que cambió todo, hasta las intenciones del DT Messina, quien ya tenía listo la salida de Nico, por Gerbert Chávez, quien ya estaba con el administrativo para ingresar a la cancha. El argentino revirtió la sustitución, para mantener la idea ofensiva, ahora que esperaba que Tecla se abriera en busca de la paridad, que no llegó y que Águila terminó celebrando.