Juan Carlos Portillo sufre una dura entrada por Rudy Valencia. Foto EDH / Jorge Reyes
Un punto vital para la semifinal de vuelta
Municipal Limeño y Alianza empataron 2-2 en el juego de ida de las semifinales del torneo Clausura 2019. Como un baldazo de agua fría le cayó el primer gol al anfitrión Municipal Limeño. Apenas se corría el minuto 2 de la ida de las semifinales cuando ya se vio abajo ante Alianza.
Un regalo en la salida, uno de varios graves en los primeros minutos y de muchos en el primer tiempo, abrió la puerta para el veloz Cerén. Cortó el balón Narciso Orellana y, en la misma prolongó hacia las espaldas de los centrales. Por derecha, en diagonal hacia el centro, entró Cerén sin marca, habilitado desde el costado opuesto. Controló y definió con calma para darle a los paquidermos un gol clave, sicológico.
La mayor parte del primer tiempo lo controló Alianza, no sufrió casi nada atrás y generó algunas ocasiones hacia el frente, aunque fue cauto, quizás por defender ese 0-1 que era oro hasta entonces. Hasta que Limeño poco a poco se ordenó, y comenzó a llegar sobre todo por derecha, con Christopher Galeas, quien fue un dolor de cabeza para Jonathan Jiménez.
En el 40′, Limeño tomó un nuevo aire. Tras un cambio de juego, Galeas fue midiendo a Jiménez. Le amagó por un lado, por el otro, y con el pase. Finalmente, le ganó metros y, al borde del área, pegó un zurdazo colocado, al ángulo, un golazo, y en apenas el primer disparo directo al arco que hacía el equipo.
Más emociones
Para el inicio del complemento, Limeño le devolvió la “cachetada” a Alianza y, en un minuto, marcó el segundo en una excelente jugada de fútbol colectivo, algo que no había logrado en todo el primer tiempo.
Un taco sensacional de Ramos para Clayvin Zúniga rompió a la defensa pampera. Se llevó la bola el hondureño y se juntó con Cabezas, quien le dejó el balón en pared servido el borde del área, a donde el catracho le pegó de zurda para firmar otro golazo para Limeño y darle vuelta al partido. Era el momento de los cucheros, que ahora controlaban no solo los tiempos, sino el momento anímico, y llegaba con fútbol y con profundidad, sin embargo desaprovecharon sus mejores minutos de la parte de complemento.
Hasta que la serie dio un nuevo vuelco. En el área, Díaz recibió un balón, aguantó la marca, arrastró a otro, atrajo a un tercero y cedió a Cerén, quien apareció sin marca en el costado derecho para firmar el empate. El partido estaba bueno, caliente, emocionante, muy peleado por todos y lo que le faltaba, el drama por decisiones arbitrales.
Al final, un gran empate en un bonito partido, pero que le deja la puerta abierta a Alianza, porque en casa (el domingo) le bastará otro tablas para avanzar a la final.