Águila puso anoche un pie en las semifinales del torneo Apertura al vencer 1-0 a Sonsonate en el juego de ida de la repesca a semifinales. Gonzalo Da Luz empezó en el banquillo el compromiso pero llegó para anotar el gol que pone a soñar a todo San Miguel.
La idea de la directiva emplumada era tener una buena recaudación económica y de afición al jugar de noche en el estadio Cuscatlán, pero ese objetivo no se cumplió. Desde ahí empezó mal el cuadro oriental con gradas semi vacías. Otro problema se trasladó a la cancha ya en el juego, ya que Sonsonate salió decidido a dar un golpe de autoridad en el primer juego de esta serie de semifinales previas, para cerrar tranquilo mañana en el Ana Mercedes Campos.
Algunos cambios presentó el técnico Daniel Messina, quien dicho sea de paso dirigió otra vez desde las gradas, con respecto a los últimos partidos de la fase regular. El más notorio fue en el medio campo al optar por mandar solo a Richard Menjívar para la función de marca y Walter Chigüila, quien había sido su mancuerna se quedó en el banquillo.
Las líneas aguiluchas empezaron atrasadas y Javier Lezcano se manejaba varios metros adelante esperando que Kevin Sagastizado, Mártir Contreras y Santos Ortiz le construyeran una jugada. Además de recibir pelotazos aéreos, pero fórmula más complicada porque los centrales cocoteros también son solventes arriba.
Los cocoteros, por su parte poblaron la zona media y apenas en el minuto 9 hicieron ver mal al rival al salir tocando desde atrás, pareció una sinfonía que sonaba bien; la tocó William Maldonado para Jonatan Ramírez por la banda, mientras David Boquín bajó a la media para recibir de espaldas y pasarla de “taco” a Daley Mena, quien se disfrazó de velocista dejando la marca de Andrés Quejada y cuando el colombiano iba a entrar al área lo derribó Edwin Lazo.
Joel Aguilar Chicas, árbitro central del juego giró la mirada hacia su asistente, tenía la duda si tenía que señalar el punto de penalti, pero la falta se cometió afuera y en lo que no dudó fue en mostrar la tarjeta roja al lateral derecho, ya que era el último hombre y había opción clara a gol.
Prácticamente en todo el partido iba a jugar con uno más el Sonsonate, aunque eso no era garantía, porque se repetía la misma historia del último duelo que tuvieron en la fase regular jugando en San Miguel, cuando Contreras se fue expulsado con el 0-0 en el marcador, pero que ganaron 2-1, a pesar de que empezaron perdiendo.
Los negronaranjas formaron un muro defensivo impasable cortando a Maldonado que era el conductor, pero cuando lograba abrir con Ramírez, sobre todo, el uruguayo nunca pudo enviar un buen centro. Esto, debido a la buena marca pegadiza que también le puso Marlon Trejo.
Antes de ir al descanso (41′), Messina hizo un cambio, extraño pero luego se le dio la razón. Gonzalo Da Luz llegó a sustituir a Lezcano, ya que el charrúa colabora más en la marca y cuando baja le permite a los volantes que lleguen a acompañarlo.
Sonsonate no aprende
Rubén Da Silva no dio las indicaciones necesarias o el equipo no las entendió. Pero el control del partido lo tuvo el campeón desde el inicio del segundo tiempo y los jugadores locales redoblaron esfuerzos para hacer trabajos variados en la cancha.
Tal fue el caso de Quejada, siempre presente para llegar a cabecear cuando hay centros. Al colombiano le quedó una pelota en el piso, adentro del área, pero amagó con un nuevo centro y Sibrián lo bajó. Penalti para los emplumados, el cual cobró y anotó Da Luz (58′) para dar más méritos a ese cambio que pareció extraño.
Ese gol hizo despertar a los panzas verdes que quisieron recobrar el dominio del partido, pero los migueleños lo impedían. Empezó a tener muchas pausas el juego, la pierna fuerte se sentía y el árbitro mostraba las tarjetas.
Para cuidar ese 1-0, el argentino Messina movió su tablero, se sentía a gusto con esa ventaja para ir a cerrar mañana al Ana Mercedes Campos. Mandó a Walter Chigüila y sacó a Sagastizado. Con todo y eso, Da Luz casi pone el 2-0 al sacarse a un defensa pero el portero Walter Torres voló para evitarlo.
Rubén Da Silva, timonel de los cocoteros, en cambio, era el obligado a buscar el empate y mandó al campo a Marcos Rodríguez y Roberto González, dos que tienen proyección ofensiva, pero esa nueva idea se cayó cuando Boquín, en una jugada que no representaba peligro para su equipo se ganó la segunda tarjeta amarilla y se fue expulsado.
Sonsonate no encontró la brújula hacia el gol del empate y todo está para definirse mañana en su casa, donde tuvo un bajón en la parte final de la fase regular, tras cumplir un torneo bastante regular en la primera ronda.