Jaime Alas se sentó en “El Banquillo”, programa que se trasmite todos los jueves a las 8:00 de la noche en radio Vive, para tener una platica amena, entretenida y muy interesante con el repaso de la carrera del actual jugador del Rojos de Municipal de Guatemala, quien también hizo algunas confesiones.
Desde sus pininos en el fútbol, en el barrio Modelo, la colonia Costa Rica, llegando a la academia La Chelona y dando el salto a Argentina, donde formó parte de las escuelas del River Plate.Recordó varias anécdotas antes de lograr el profesionalismo como jugador del Firpo.
“Cuando volví a El Salvador, venía con 18 años y acá dicen que a esa edad ‘este bicho no va a pegar’. Pero en Firpo me uní a una camada, con un grupo de jugadores que quizás sean el mejor plantel que ha tenido en su historia: Cheyo Quintanilla, Juan José Gómez, Jorge Sánchez, Tito Campos, Leguizamón, Pekarnik… Yo decía, ‘que hago aquí’. Pero el profe Hugo Coria me tomó de una forma, que por eso digo que ha sido el mejor entrenador que me ha tocado, porque fue muy abierto conmigo, me supo guiar, me motivó, me metió al ruedo con los mayores. Él me dijo que esta era mi oportunidad y me fue bien”.
De los toros, avanzó a Noruega, donde militó en el Rosenborg, pero del que no tiene buenos recuerdos:“Me compraron a Firpo, creo que por $75 o $100 mil. De esa plata no vi nada. Yo no era nadie, era un simple jugador que estaba naciendo. Yo lo aceptaba. Pero fue una decisión de la que me hice ‘el loco’. En Rosenborg me costó acoplarme. Ya lo estaba haciendo cuando me dijeron que ya no contaba para ellos. Me prestaron a San José, Ballenas Galeanas. A la larga me trataron mal y eso me molestó”, aceptó el menor de la dinastía Alas.
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Desde el 2015 recaló en Rojos del Municipal, donde se ha sentido muy cómodo:“venía de FAS, solo por seis meses, con opción de compra. Mucha gente decía que ‘como van a traer a un salvadoreño…’, ‘este salvadoreño es una M…’. Estaba Kevin Santamaría y me ayudó a motivarme y adaptarme. Fuimos a una final y me renovaron por un año. Después del año que quedamos campeones, pude renovar por dos años más y ahora lo hago por dos años más y espero poder quedarme mucho más tiempo acá”.
Yo confieso…
La semana pasada, Jaime Alas anunció la renovación de dos años más con Municipal, con lo que se convertirá en el extranjero que más tiempo ha estado en este equipo.
Por ahora no piensa en volver a El Salvador, pero si eso llega a suceder tiene un deseo:“a mi me gustaría jugar alguna vez en el Alianza. No podría decir, primeramente, Dios voy a jugar en ese equipo. Pero no sabemos que podría pasar, pero me gustaría probar que se siente jugar en ese equipo. Siempre fui hincha de ellos, mi papá también lo fue. Los miraba en la tele, esas finales que fueron bien apasionadas y cuando me tocó jugar en contra de ellos, me motivaba más”, señaló.
Alas reconoció que “nunca he tenido ningún acercamiento con Alianza. Ya tengo mucho tiempo acá y hay gente que me tiene aprecio, tengo amigos en la dirigencia y en el plantel que me han dicho que me venga a jugar con ellos, pero nunca ha tenido un acercamiento formal”.
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Mientras eso llega, no descarta llegar a otras Ligas. Dos veces estuvo cerca de viajar a Sudamérica, para jugar con un equipo que también se llama Municipal, en Bolivia, y al Oriente Petrolero, de Perú, “pero no se concretaron las negociaciones”.
Por ello trata de aprovechar las oportunidades que se le brindan en la Selecta, para quien asegura “nunca la diré que no a la Selección”, a pesar de que ha vivido momentos amargos, como la complicidad de su hermano Dennis Alas, en el tema de los amaños.
“Nos afectó como familia, a mi también, pues estaba en el exterior. Creyeron que yo podía estar envuelto en eso, pero juro por Dios y mi hija que nunca me propusieron nada y tampoco me di cuenta de las cosas que pasaron. La relación de hermano está todo bien. Con el dormíamos en la misma cama, yo nunca lo voy a ver de menos o lo voy a odiar”, apuntó.
Ahora, de cara a la eliminatoria mundialista, trata de ser optimista por el sueño que tiene de jugar un Mundial. Alas considera, que las derrotas ante Bermudas y República Dominicana dejan lecciones para ser más fuertes:“tienen que suceder estos golpes para asimilar que no somos nadie, que no le hemos ganado a nadie. Son partidos que nos dejan enseñanzas, para no creernos más. Si nos vamos con esa actitud contra México o Estados Unidos es mejor que no vayamos. Nosotros también tenemos que poner los pies sobre la tierra”, apuntó.
El lateral por izquierda espera que la afición los apoye como Selección y reiteró:“sabemos lo que tenemos, tenemos capacidad para pelearles a Selecciones fuertes como Honduras y Costa Rica. Por ahora estamos entre los primeros seis de Concacaf y podemos avanzar a un tercer o cuarto puesto”.
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