VIDEO: Cristian, el recluso que tuvo tres minutos para ver a su hija y deberá esperar 12 años para reencontrarse con ella

Cristian participó en la inauguración de los Juegos Penitenciarios, su alegría fue enorme cuando identificó a su familia en las gradas mientras él desfilaba por la pista del estadio Mágico González.

Cristian todavía deberá esperar otros doce años para regresar con su familia en plena libertad. Durante la inauguración de los Juegos Penitenciarios, le robó tiempo a esa espera: los tres minutos que duró el leve reencuentro que tuvo con ellos mientras desfilaba por la pista del estadio Mágico González.

Por Sergio Orrego

2019-04-24 7:04:32

Cristian Lazo fue condenado por el delito de extorsión hace ocho años y todavía debe esperar doce para cumplir su condena. Pero la mañana de este martes 23 de abril, él no estuvo en su celda y caminaba por la pista del estadio Jorge Mágico González, con un balón de fútbol bajo el brazo. Buscaba a alguien en el graderío.

Desde las gradas, Mabel y su hija de 16 años luchaban por llamar la atención del recluso que, por su buen comportamiento, participa por segundo año consecutivo en los Juegos Penitenciarios que organiza la Dirección de Centros Penales. “Te amo hija, te amo con todo mi corazón”, gritó Cristian cuando las reconoció entre el grupo de no más de 100 personas, en su mayoría familiares de los reos, que asistían al evento.

Foto/Sergio Orrego

Sus lágrimas se derramaron al momento de pasar frente a su hija. Para Lazo es difícil observar a su familia, pues está convencido de que su error afecta a sus seres queridos. Uno, como interno, arrastra a su familia a estos problemas, porque no solo yo estoy en la cárcel también mi familia”, reflexionó, con cierto lamento en su tono, porque está seguro de que su familia piensa constantemente en cómo vive recluido.

Expresa que el apoyo de su familia nunca ha faltado y es el motor que lo motiva a seguir luchando ante la adversidad. “Al ver a mi hija, ahí en las gradas, me motiva bastante, y esto me da ánimos para seguir portándome bien dentro del centro penal”, relata.

Su paso por el fútbol profesional

Lazo también formó parte del Vendaval de Apopa, en este club de fútbol de Segunda División jugó desde el año 1998 al 2011, año en que fue condenado.

Es consciente que está pagando los errores de su pasado, pero se le ve optimista sobre el hecho que asistir a este tipo de oportunidades sea un indicador de que su estancia en prisión pueda reducirse, y además se le nota comprometido con integrarse a la sociedad. “Lo único que me queda es seguir adelante, agarrar fuerzas, apoyarme en Dios y siempre estar agradecido con mi familia por todo el apoyo que me brindan”, manifiesta.

En las gradas, los custodios de seguridad penitenciaria vigilaban a los reos que vestían uniformes deportivos, una imagen que parecía ser la de una jornada futbolística normal, con la notable diferencia de que los participantes tenían esposadas sus manos. Así se inauguraron los II Juegos Penitenciarios, en donde alrededor de 500 reos en fase de confianza participan en diversas disciplinas deportivas.

Foto/Sergio Orrego

Más que una oportunidad de emplear el tiempo en sano esparcimiento, la verdadera oportunidad para algunos reos, al igual que Cristian, fue la de ver a la distancia a sus familiares, quienes se encontraban en los graderíos del estadio. Durante el acto de inauguración, los reos desfilaron sobre la pista de atletismo, mientras recibían los aplausos de sus parientes que con carteles, cornetas, y papeles lanzados al aire, demostraron su entusiasmo.

A pesar del intenso sol propio del verano, los pocos que se dieron cita al recinto deportivo, entre lágrimas de alegría y tristeza, observaron a sus familiares en una faceta diferente, ya no divididos por una reja de una prisión, sino por la malla de una cancha de fútbol.