Sus goles venían con mucho norte. René Andrés Ubau era una de las piezas clave en el Chalatenango de los 80. Surgió en el “baby fútbol” de la mano de Conrado Miranda, quien lo apadrinó hasta llevarlo a Primera con Chalate. “Fue mi guía”, afirma.
Durante siete años fue pieza fundamental de los norteños, junto a Miguel “La Ardilla” Arévalo, un equipo que animó el fútbol nacional mientras el país sufría del conflicto armado, ni eso les impedía ser un equipo sensación de la época.
En uno de esos campeonatos, Ubau peleó de principio a fin el campeonato de goleo con el histórico David Cabrera y Lotario Guerrero, todos con 13 goles hasta que Cabrera desempató todo con su gol en la final de ese torneo.
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Mediocampista que destacó en la Primera División del fútbol salvadoreño. Desde hace más de dos décadas es entrenador, actualmente de Racing Jr., pero con un récord particular en los torneos colegiales
Éxodo a Segunda
“Tenía velocidad desmarque tiro al marco cualidades natas de un delantero”, recuerda Ubau, quizá por eso le apodaron el “arriete norteño”.
Tras su paso en Chalate, fue contratado por el Curazao de Honduras para seis juegos donde buscaban el ascenso, categoría donde Ubau se reencontraría en nuestro país.
Y es que jugó para Neo Pipil, el Independiente y Chacarita Jr. “La liga de Ascenso era otra clase de juego, era difícil adaptarse muy diferente el ritmo con la primera, pegaban más”, relata Ubau.
Así terminó sus días como profesional tras superar los 31 años, con el cansancio pero con la satisfacción que dejó todo dentro del campo cuando le toca romper las redes rivales, que sufrieron de un goleador que hizo su nombre durante varios años en el fútbol nacional.