La controversia generada el pasado domingo por el uniforme del Audaz en el juego entre los vicentinos e Isidro Metapán no es el primer incidente de esa naturaleza. En la década pasada fueron el equipo calero y Luis Ángel Firpo los responsables de otra polémica por indumentaria.
Para encontrar la primera ocasión que se dio fue un 15 de noviembre de 2004, cuando Firpo y Metapán chocaron un duelo correspondiente a la fecha 16 del Torneo Apertura.
En la crónica de dicho juego escrita por William Alfaro, puede constatarse otra insólita situación relacionada a uniformes. En el minuto 12 del juego el árbitro Roberto Edgardo Gutiérrez se enteró (o más bien tomó la decisión) de exigir a Metapán, el visitante, que se cambiara la indumentaria porque se parecía a la de Firpo.
La insólita razón por la que este equipo salvadoreño “cambió” de escudo para intentar jugar
Otro hecho curioso ocurrió en la Liga Mayor de Fútbol
Los caleros entonces utilizaron de repuesto una camisola de color azul profundo para terminar de jugar ese encuentro. En el segundo tiempo del cotejo todo lo relacionado al uniforme fue olvidado ya que Dagoberto Portillo le paró un penal a Aarón Canjura, el duelo terminó entonces 1-1; Metapán usó entonces dos uniformes en poco más de 90 minutos.
Como dato extra, si Canjura anotaba el de la victoria para los pamperos por la vía del penal, Firpo hubiese tomado distancia de los caleros rumbo a las semifinales; instancia que por supuesto Firpo no pudo alcanzar ya que el mismísimo Metapán lo dejó eliminado en el playoff (serie a dos partidos).
Año nuevo, problema viejo
En el Clausura 2005 el problema no fue exclusivo de Metapán, sino que también de Firpo. ¿Cómo? el árbitro Neftalí Recinos Alvarenga, cuarto árbitro del partido (correspondiente a la fase regular) descubrió para sorpresa de propios y extraños que los uniformes de ambos equipos guardaban alta similitud. Como dato curioso se trató de otro cotejo disputado también en el Estadio Sergio Torres.
Mas este juego no tuvo el mismo destino que el de 2004. Jaime Carpio, quien fungió como árbitro principal de dicho encuentro, junto a Recinos, acordaron que no se disputara el encuentro por la semejanza de los uniformes.
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Sí, 76 días después del primer antecedente, las dichosos indumentarias de ambos equipos volvieron a dar de qué hablar. “No se puede jugar con la afición”, reclamó Carlos Méndez Flores, presidente en ese entonces de la Primera División, al resumir lo ocurrido.
“Sin duda que aquí falló la Liga Mayor y los árbitros. Si nos hubiesen comunicado con anticipación que los uniformes eran parecidos, habríamos actuado por el bien del fútbol”, señaló el exdirectivo.
Para Saúl Rivero, timonel de los pamperos, los uniformes no son similares. “La camiseta no es igual. Tampoco lo son la calzoneta y las medias. El señalamiento es muy subjetivo”.
Por más que los periodistas intentaron una explicación oficial de la cancelación del juego, Nefatlí Recinos se mantuvo distante y prefirió evitar a los periodistas presentes. Al final, tanto él como sus compañeros, salieron del recinto protegidos por la Policía.
Ya en el juego reprogramado Firpo ganó 2-0.