Daniel Rucks es uruguayo de nacimiento, pero cuando se nacionalizó salvadoreño y obtuvo su cédula, puso de domicilio a Usulután, la cuna de su adorado Club Deportivo Luis Ángel Firpo. Así de grande es su amor por el equipo pampero: Si uno ve su cuenta de Twitter, la descripción de su mini-biografía es clara: “Antes muerto que dejar de ser de Firpo”, el título de esta nota. ¿De dónde nace la pasión de uno de los rostros más reconocidos de nuestra televisión por este equipo, que lleva el nombre de aquel formidable boxeador argentino? Nos contó eso y mucho más.
Daniel, ¿por qué Firpo?
Es una historia larga, mezcla de estados de exaltación, pasión, lástima, misericordia, pena y vergüenza, todos combinados en un solo equipo. Cuando llegué definitivamente ya a quedarme a El Salvador, el 14 de enero de 1980, lo primero que hice fue revisar la tabla de posiciones, para ver cómo se llamaban los equipos de aquí. Venía de Honduras, había vivido ya en ocho países diferente a lo largo de 16 años de vida. Justo empezaba la universidad y empezaba el conflicto (armado en nuestro país).