El primer duelo entre el “súper líder”, Alianza, y el octavo lugar, Chalatenango, resultó ser más parejo de lo que se esperaba. Tanto que ambos equipos no pudieron hacerse daño, firmando el empate a cero y el desenlace en el Cuscatlán dictará sentencia para conocer a uno de los semifinalistas. Los norteños tienen que ganar, si o si, para dejar a los paquidermos.
El partido fue intenso, pero los albos parecieron conformarse con el empate. Los norteños querían aprovechar la localía para tomar ventaja en esta serie, con el empuje del mayor número de aficionados que tuvieron en su estadio, este torneo. Mientras los albos, fiel a su estilo, trató de aumentar la ventaja deportiva que les dio el terminar con el liderato en la fase regular.
Hace una semana, ambos equipos se enfrentaron en este mismo escenario. Ese duelo dejo ciertas enseñanzas, que trataron de ponerse en práctica en este compromiso, desde el primer minuto. De aquel partido, ambos equipos presentaron algunas variantes, pero mantuvieron el mismo esquema.
Chalatenango se vistió de morado y blanco en los cuartos de final
El estadio chalateco vistió su mejor gala del torneo, con el partido de ida entre los chalatecos y aliancistas, gracias a un gran marco de aficionados
Los norteños (4-4-1-1) se enfocaron más en lo defensivo, para tratar de contragolpear. Como la vez pasada, el técnico Misael Alfaro se auxilió mucho de Fidel Mondragón, preparador de portero del Chalate, por el conocimiento que tiene de los jugadores paquidermos, de quienes el torneo anterior era el tercer guardameta.
En Alianza, con el 4-4-2, tuvo mayor control de pelota, más alternativas de llegada y la primera de peligro, con un remate de Óscar Cerén (5’), que hizo que se estirara el portero Jonathan Guardado, quien mandó la pelota a tiro de esquina.
Los albos recorrieron mucho la banda derecha, con las centralizaciones que buscaron profundidad de Marlon Cornejo y Jonathan Jiménez. Para buscar penetrar con pases cortos, se les sumó Daley Mena.
Los chalatecos aguantaron con orden y, mostrando paciencia, trataron de tener una salida con idea. Generaron poco hacia el frente, pero cada vez que lo hicieron fueron muy peligrosos. Aunque la primera, a los diez minutos, fue más en base a un error defensivo de los albos, que, con el traslado de la pelota, el portero Víctor García salvó casi de la línea, un pase atrasado de Henry Romero.