Los burros del Pasaquina dieron fin a una mala racha que los había marginado del grupo de ocho equipos que jugarán los cuartos de final. Le pegaron fuerte al Isidro Metapán, que llegaba sacando pecho por la paliza que impuso el fin de semana pasado, pero ayer le pusieron un freno y cayó 3-0.
Un estadio Marcelino Imbers desolado fue protagonista y fiel testigo de que el Pasaquina está abandonado, no sólo por la directiva que le debe más de dos meses de salario a los jugadores, también se comprobó que la afición ya perdió la confianza en el equipo, después de sumar varias fechas sin ganar y que ahora están cuesta arriba para soñar con una clasificación a cuartos de final.
Si la cantidad de aficionados en los graderíos pasaban los 100 ya era mucho. A pesar de esas adversidades, los burros empezaron a ponerle empeño al partido contra un Metapán que venía lleno de confianza tras haber derrotado a Águila con goleada de 5-1. Además, sabedores que con una nueva victoria se acercaban al primer objetivo que es amarrar un boleto a la siguiente fase.
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Los fronterizos mostraron solo una variante en el medio campo, con José Manuel Romero haciendo pareja con Isaac Zelaya, pero más en labores de creación. Volvió a funcionar la idea de meter jugadores de reserva, tal y como sucedió el domingo ante Audaz.
La presencia de Pasaquina en el medio campo que defendía el jaguar se hizo sentir desde el inicio. Sin embargo, los caleros también tenían una buena dinámica de fútbol, pero sin poder abrir el cerrojo defensivo plantado por Eraldo Correia.
Al minuto 22 pudo abrirse el marcador con una escapada de Jeison Quiñónez, quien recibió un pase en tres cuartos de cancha y a base de velocidad y fuerza se sacudió la marca de Moisés Mejía. El defensa lo siguió y cuando el colombiano estaba adentro del área fue derribado, no había duda para nadie, solo para el árbitro Rubén Medrano que no sancionó nada.
Arnulfo Colman se quejó enérgicamente con el referí porque pedía el penalti para su equipo. El paraguayo fue amonestado, pero se quitó la rabia al 25′ en un tiro de esquina desde la derecha. En el primer poste la prolongó Zelaya y en el segundo la hundió el guaraní a meta vacía.
El mérito y gasto en el partido para estar ganando lo hacían los burros, aunque Metapán tenía un buen manejo de medio campo, pero las conexiones con Paulo Dos Santos y Nicolás Muñoz estaban obstruidas por la cantidad de piernas que estaban metidas atrás para defenderse.
Los orientales ya tenían ratos de no sentirse tan bien en la cancha, olvidaron los problemas económicos que los agobian, que no los deja trabajar tranquilos, muchas veces porque no tienen ni para los pasajes y soñaban con domar a los jaguares.
Con esa mínima ventaja en el marcador se fueron al descanso y había que saber defenderse en el segundo tiempo y buscar el momento preciso para volver a hacer daño, siempre y cuando no tocara descuidarse en defensa.
Tres minutos se jugaban de la parte de complemento y los burros volvieron a sorprender, bajo la misma fórmula del primer gol, pero esta vez un centro desde la izquierda, Colman la “peinó” y la llegó a firmar Quiñónez para decretar el 2-0 de la tarde.
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De manera merecida los orientales estaban arriba. Eraldo Correia estaba tranquilo porque faltaba mucho tiempo para terminar el juego, por lo que espero los primeros movimientos de su colega Agustín Castillo para tocar su ajedrez.
Los cambios de la “Chochera” llegaron en función de tener más ataque, pero de inmediato cerraron filas los fronterizos en tierras porteñas. Plantaron dos líneas con cuatro en el fondo y cinco en el medio campo. Quiñónez era el único en punta.
Los jaguares en arriesgar para buscar el empate quedaron flojos en defensa y si no había bastado en dos ocasiones, el tercer y definitivo gol llegó en otro centro y esta vez fue Dixon Cruz el que selló el 3-0 que los revive en la tabla y ponen fin a una seguidilla de seis partidos sin ganar.