Limeño, a pesar del dominio, no pudo con un Pasaquina ordenado atrás y sacó un gris empate 1-1 que, al menos, le sirve para puntuar después de la goleada ante Águila de la jornada pasada.
La iniciativa inicial estuvo de parte del cuadro cuchero desde el inicio, mientras Pasquina, que fungía como local en este encuentro se limitaba a esperar ya contener las arremetidas por las bandas del rival.
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Los cucheros tocaban, distribuían el balón por toda la cancha, la abrían por las bandas y llegaba con relativa facilidad a la meta de los Burros, que desbarataban los ataques e intentaban salir desde el fondo pero no les duraba la posesiòn.
El dominio cuchero no se traducía en gol, por más que insistía el cuadro de Víctor Coreas hasta que sacó ganancia de un tiro libre al 35′ de Yuvini Salamanca que quizás le hizo justicia al juego para poner el 0-1. Siguió Limeño llegando y cinco minutos más tarde Clayvin Zúniga pudo poner el 0-2 después de encontrarse un centro por derecha, pechó la pelota, pero su disparo lo voló sobre la meta. Tuvo otra Limeño antes del descanso, pero la volvió a desperdiciar y se fue a los camerinos con la sensación de haber logrado un premio mayor que el momentáneo 0-1.
Pasaquina entró con otra cara al complemento. Más ordenado y con el terreno de juego abierto. Temprano, al 50′, encontró premio a su cambio de actitud con un centro por derecha de Félix Sánchez que halló a Jeison Quiñones en el centro del área para vencer al portero de Limeño con un cabezazo para la paridad.
Trató de reaccionar Limeño con un tiro raso, cinco minutos después de la paridad, de Zúniga de pasó cerca del poste izquierdo, pero se quedó en susto. Se enredó un poco el partido a partir del gol de Pasaquina, apareció el juego fuerte y las tarjetas, como la de Isaac Zelaya por una falta innecesaria en la mitad del campo. Perdieron la idea ambos conjuntos, comenzó a pesar el campo un tanto anegado del Ramón Flores Berríos y los equipos comenzaron a buscar centros desde las bandas para buscar a los delanteros, quienes no llegaban a las pelotas.
Al 60′ tuvo una clara Limeño con una descolgada de Zúniga que nadie pudo parar, abrió para Salamanca, pero lo pelota le rebotó mal al medio cuchero y se le escapó por línea final. Al 70′, los papeles parecían invertidos en el dominio del juego. Pasaquina manejaba la pelota y Limeño esperaba y salía con el pelotazo largo para aprovechar la velocidad de un Zúniga que era dominado por la marca rival y se diluía la oportunidad en los tres cuartos de cancha.
Corría el tiempo y el partido no salía del letargo. Se había vuelto en un partido de mediacancha, de pelotazos suaves a las porterías y en muchas imprecisiones. Ni Limeño ni Pasaquina encontraban la llave que habían montado tanto Correia como Coreas. Para buscar desarmar al rival, el brasileño mandó al campo a Colman por Neymer Miranda, mientras Limeño había adelantado líneas, pero sin incidencias en la última línea burra.
Limeño durmió el partido con rondos e hizo correr a Pasaquina detrás de la pelota. Así llegó al 80′ con un centro por izquierda que casi lo hunde Zúniga en una “palomita”, pero le salió desviado el cabezazo. Un minuto después de nuevo Zúniga voló un tiro de media distancia frontal sobre la meta de los burros.
Pasaquina se equivocó a cinco minutos del final con una falta al borde del área, pero por fortuna esta vez Salamanca estrelló el disparo en la barrera. Al final se conformaron con un empate que los mantiene entre los primeros ocho, pero que no les sirve de mucho para encarrilar el camino y reponerse de las derrotas de las que venían.