Afición cuscatleca no copó el Cusca ante Barbados

Los jugadores esperaban un Cuscatlán pintado de azul, pero no se llenó, aunque la entrada fue aceptable

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Por Raúl Recinos

2018-10-13 11:13:42

El regreso de la Selección Nacional a casa no fue del todo como se esperaba. La afición, como es costumbre, esperó hasta última hora para llegar a apoyar, pero el ambiente previo al juego fue tibio, puesto que aún hay dudas con este nuevo proceso que comanda Carlos De los Cobos.

No fue una entrada de hinchas como en los viejos tiempos. De hecho, en los sectores de sol preferente no hubo aficionados, mientras que en sombra de ese mismo lado eran contados los espectadores.

La reventa en el mercado negro fue a cuenta gotas, no había justificación para adquirir un boleto por esa vía, ya que las taquillas estuvieron habilitadas desde temprano y cerca de las 8:00 p.m. no se tardaba ni cinco minutos en las cortas filas para comprarlos. Anoche, ese no fue un buen negocio.

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La Selecta cumplió con la tarea de ganar de local, derrotando a Barbados, pero con la sensación de que pudo haber sido una goleada mayor.

Los que no faltó fueron los alimentos, la gente tomó fuerza previo al partido con un plato de carne y unas cervezas bien heladas. Aunque esta venta tampoco estuvo a la altura de los antecedentes que tiene la Selección en su casa.

Y es que todo hincha que conoce el ambiente en el estadio sabe que no fue una noche como las tan esperadas que regalaba la Selecta. Anoche era para ser protagonistas de un nuevo comienzo, estudiar de primera mano al equipo nacional para volver a creer, porque cuando el equipo de todos enamora, los seleccionados saben que la afición salvadoreña es incondicional.

Sin embargo, a pesar de todo lo que rodea a la Azul, desde que los porteros, liderados por Henry Hernández, saltaron a la cancha para calentar, el calor bajó desde las gradas. Todavía hay creyentes que no dejan de dar su aliento para la Selecta.

El apoyo también se dejó sentir cuando Barbados saltó al campo del Cuscatlán, el folclor salvadoreño relució para tratar de intimidar a los caribeños y empezar a ganar el partido desde antes del pitazo inicial, así que todo estaba en manos de los jugadores poder hilar el segundo triunfo en la Liga de Naciones de Concacaf.

A medida se acercaba el partido, también surgieron los instrumentos musicales y el clásico El Salvador, El Salvador, El Salvador. Ya había un puñado de gargantas en las gradas para gritar los goles que le urgen al combinado nacional para meterse a la pelea.