Dragón tuvo muchas chances de no tener que sufrir sobre el final del torneo, por el hecho de tener varios partidos en casa en la segunda vuelta del Clausura. Sin embargo, las desperdiciaron, tal y como les pasó este sábado contra Limeño, con el que no pudieron pasar del empate sin goles en la cancha del estadio Juan Francisco Barraza.
Los mitológicos jugaban el partido mas importante del año, el que cerraba una campaña irregular y sólo una victoria les servía ante un cuadro santarroseño que también había llegado al Juan Francisco Barraza por el mismo objetivo de sumar tres puntos para soñar con la clasificación a los cuartos de final.
Los migueleños estaban pegados a la radio para saber cómo se desarrollaba el juego entre Chalatenango y Sonsonate, porque a parte de tener que ganar, del resultado de ese partido sabrían si descendían, se mantenían en primera o, incluso, si los tocaría jugar un repechaje para definir su destino.
Empezó más animado el cuadro cuchero con remates peligrosos de Clayvin Zúniga, Jairo Henríquez y José el “Puma” Peña, pero algunos balones se fueron desviados y otros que logró controlar el portero Manuel González.
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A los mitológicos les costaba, jugaban ordenados pero tuvieron que esperar más de media hora para inquietar a Kevin Carabantes a través de Mártir Contreras, pero tampoco contaban con suerte para conseguir el gol que les diera la ventaja en el marcador.
Limeño había tenido las más claras, con remates desde afuera del área, la defensa local estaba bien aplicada y les impedía meterse de lleno al área. Los escupefuego, por su parte, no sé desesperaban, mantenían el orden y encontraban espacios que poco pudieron aprovechar porque permitían que el rival se replegara atrás.
Dragón ya sabía que estaba perdiendo Sonsonate al medio tiempo, hasta ese momento obligaba a un partido de desempate ante el mismo cuadro cocotero, para conocer al descendido a la Liga inmediata inferior. Sin embargo, no tenían ninguna garantía y seguían obligados a ganar.
Restaban 45 minutos, se esperaba que fueran intensos porque mantenían la misma necesidad. Los santarroseños también tenían a favor que Pasaquina estaba siendo goleado por el Águila.
Calvario
Santos Noel Rivera, técnico de Dragón movió piezas desde el inicio del segundo tiempo. Marvin Márquez estuvo desaparecido en todo el primer tiempo y tuvo que irse para que llegara Axer López, in jugador más inquieto para tratar de meter en apuros a los defensas.
Noticias desalentadoras llegaban desde el Gregorio Martínez con el empate de los cocoteros y obligaba aún más a redoblar esfuerzos. Los aficionados se comían las uñas, necesitaban que su equipo anotara, para seguir con vida en el circuito de privilegio.
Víctor Coreas también arriesgaba y lo hizo enviando otro delantero. Frederick Ogangan llegó para dar auxilio a Zúniga y a Peña, que en los primeros minutos del complemento no conocían de fórmula para volver a acercarse a la cabaña de González.
El DT Rivera mandó todo el arsenal que tenía en el banquillo. Isaí Aguilar y Enrique Villalobos fueron los dos hombres que se reportaron al juego, no había mañana, la combinación de resultados los tenía contra la espada y la pared y hasta sacrificaron hombres de medio campo.
Sin embargo, las llegadas eran esporádicas, tenían prisa pero Limeño se miraba cómodo en la cancha, la derrota de los burritos fronterizos les abría la puerta para meterse a cuartos de final, con lo que empezaron a manejar el reloj, pero sin renunciar al ataque.
La derrota de Sonsonate le benefició a Dragón, les queda una oportunidad más en in juego de desempate contra Sonsonate, pero ayer no hicieron los méritos suficientes para no tener que sufrir unos días más, mientras llega ese partido que se jugaría entre semana y que será tan intenso como una misma final.