SAN MIGUEL. Audaz se tomó un respiro en San Miguel con un empate 1-1 con Águila que le permite sumar, aunque no lo saca del fondo de la tabla acumulada. Los migueleños, aunque presentaron el mismo equipo que goleó hace tres días a Firpo, tuvieron dos caras ayer. Una agradable en el primer tiempo y la otra desastrosa en el segundo.
Fue toda una declaración de intenciones de Águila ayer en el Juan Francisco Barraza con el 4-4-2 que mandó a la cancha, con un solo contención en el centro y volcado al frente. Rápido buscó hacerse del balón con base en la presión en el medio campo, el toque rápido y con profundidad.
Se lo facilitó el mismo rival, carente de idea, recurriendo siempre al pelotazo que salía desde atrás, a pesar de las intenciones de bajar el balón por parte de Eder Renderos, Fernando Valladares, al centro, y Romeo Monteagudo, por izquierda.
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Se veía cómodo Águila desde el inicio. Aprovechaba los errores en la entrega de un Audaz que tuvo un primer tiempo para el olvido; y cuando recuperaba la pelota aumentaba hombres en el frente de ataque. Así llegó el gol. Recuperó Miguel “Chalatío” Lemus por derecha, en la descolgada se encontró con Álvaro Lizama y este le filtró la pelota entre dos defensas para que el lateral aguilucho venciera a Héctor Carrillo con un disparo de tres dedos. Era apenas el minuto 8.
Un minuto después, los migueleños pudieron aumentar el marcador tras una pared entre Santos Ortiz y Marvin Ramos, pero la barrida de Ronald Aparicio cortó con el pecho el disparo de Ortiz que llevaba dirección a meta.
Audaz no se encontraba en el terreno de juego. Siguió desconectado del medio hacia adelante, continuó errando el pase y corriendo tras la pelota. Águila lo pudo seguir castigando, pero Ramos, en dos ocasiones, una de ellas un directo que sacó Carrillo, no pudo.
Curiosamente, y pese al dominio migueleño, el cuadro de Escudero pareció quitar el pie del acelerador. Bajó en intensidad el partido, y ahí se vio mejor Audaz, que tocó portería aguilucha hasta el 36′ después de un directo desde derecha que se paseó por el área sin que nadie la tocara y terminó chocando con el poste derecho de un Benji Villalobos paralizado.
Urgido por recuperarse y con la necesidad de puntuar, Rafael Tobar, el técnico coyote, buscó velocidad en ofensiva tras el descanso. Mandó a Carlos Anzora por un exhausto Eder Renderos, y a Levi Martínez por Aramis Acevedo, dos hombres rápidos que por ratos inquietaron a la zaga migueleña.
Le quitó la pelota Audaz a Águila en el complemento, y se vio bien. El cuadro aguilucho volvió a padecer el mismo mal del torneo, la falta de definición y el toque improductivo y se perdió en la cancha ante los gritos desesperados de los aficionados.
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Tobar se decidió entonces por Cristian Sánchez Prette al 61′ y en la primera pelota que tocó el argentino provocó una falta por izquierda de la que llegó el empate coyote, con el cabezazo de Ronald Aparicio después del cobro del tiro directo.
Y ya no fue el mismo el cuadro de Escudero, y le comenzaron a pedir los cambios al argentino desde la grada. Trató de recomponer el dibujo el “Pichi”, mandó a Edwin Sánchez por Álvaro Lizama, pero Audaz estaba lanzado y al 69′ Sánchez Prette dejó un tímido disparo en las manos de Benji. Y luego Daley Mena cruzó demasiado su disparo, tras una excelente pelota del argentino.
Águila terminó bailado y reculado en el fondo obligado por un Audaz que se lo creyó, pero que no le alcanzó para sumar de a tres, sin embargo, el punto que sacó del recinto migueleño lo inyecta de optimismo y lo hace pensar en cosas mejores. Águila, mientras tanto, deberá reflexionar sobre la falta de consistencia en los últimos partidos y de actitud en los últimos 45 minutos del partido de hoy.