Lisandro Pohl hizo sus valoraciones de los lamentables hechos que empañaron la victoria de Alianza sobre FAS (2-1) con cinco expulsiones de jugadores santanecos. Asimismo, se pronunció sobre un severo castigo para Rodolfo Zelaya y también acerca de lo que su equipo está estableciendo en cuanto a récords en el fútbol nacional. Las declaraciones del pope albo fueron en DC4 Radio.
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Cuando le consultaron sobre Jaime Carpio expresó: “Todos sabemos que Carpio tiene esa facilidad de sacar tarjetas, él no es un árbitro tendencioso que le hará daño a alguien, como decimos en buen salvadoreño “mecha corta””. Según Pohl, antes del partido conversó por teléfono con los jugadores y en especial con Fito Zelaya para que mantuvieran el control ante el mencionado referí.
Aunque Pohl fue claro al momento de hablar sobre todas las expulsiones: “Luis Perea agrede sin balón a Rudy Clavel, él es el más responsable de todo; cuando pasa eso nuestros jugadores le reclaman y el árbitro no se dio cuenta”. Pero insistió: “Es responsabilidad total de los jugadores, yo no responsabilizo al árbitro”.
Sobre la expulsión del capitán albo Rodolfo Zelaya, el pope paquidermo fue muy claro: “Lo de Fito es imperdonable, me siento avergonzado porque son amigos (con Renderos) y pasó todo eso. Me tiene indignadísimo, sabe lo que ha hecho y no me ha hablado. Fito sabe que tendrá una multa de esas que duelen, esa no es la conducta de un capitán, así como soy bueno para los premios ellos también saben cuando toca un castigo”.
Finalmente, Pohl habló sobre los récords que sigue rompiendo su equipo y mostró su orgullo. Además, agradeció el trabajo de todo el plantel, e insistió que la afición debe apoyar en estos vitales momentos al conjunto blanco. “Las estadísticas dicen que hemos sido mejor que ese FAS (1977 y 1979), este equipo está rompiendo todos los récords establecidos. Entonces, cómo no llamarlo el mejor”, argumentó.
Pohl aprovechó la ocasión e invitó a la afición a hacerse presente el domingo ante Pasaquina, para sí romper la marca de los 33 partidos sin conocer la derrota; si eso ocurre habrá fiesta por todo lo alto en el estadio Cuscatlán. “Hay que vivir este momento, el que lo haga después se lamentará”, cerró Pohl.
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