10 curiosidades que no sabías del 10-1 ante Hungría

Conoce detalles detrás de esa dolorosa paliza que sufrió la Selecta en el Mundial de España 1982.

descripción de la imagen
El delantero húngaro Gabor Poloskei sale con el balón ante la marca de un salvadoreño durante la primera ronda del Mundial de fútbol entre Hungría y El Salvador el 15 de junio de 1982. Foto/ AFP

Por Carlos López Vides - Twitter: @Celvides

2017-06-15 8:30:33

Este 15 de junio se cumplen ya 35 años del debut de la selección salvadoreña en la Copa del Mundo de España 1982, un momento amargo en el recuerdo, pues Hungría aplastó 10-1 a El Salvador en el estadio de Elche, en Alicante.

Si bien esa goleada es una mancha en la historia del fútbol de nuestro país, vale la pena hacer memoria y recordar detalles que acompañaron ese pésimo resultado en suelo español. Fueron “pequeños grandes detalles” que terminaron colaborando para que, al final, el equipo dirigido por los técnicos “Pipo” Rodríguez y Salvador Mariona saliera con semejante paliza encima.

Fotos: 35 años del triste 10-1 de El Salvador ante Hungría

 

Los seleccionados de España 82, antes de abordar un avión de Iberia. Foto cortesía Jaime Rodríguez.

1. Los últimos en llegar…
El Salvador tardó tres días en arribar a España, y fue la última selección en llegar. El viaje fue interminable. De San Salvador fueron a Guatemala, donde pasaron una noche. Luego, en vuelo de Iberia, hicieron escala en San José y Santo Domingo antes de llegar a Madrid, de donde tomaron otro avión hacia Alicante. Estaban todavía agotados del viaje cuando jugaron contra Hungría. El portero Ricardo Guevara Mora narra en la actualidad que “estuvimos en el aire dos días completos y llegamos a Alicante liquidados físicamente y con el desfase del reloj biológico de nueve horas adelante que tenía Europa. La noche previa al debut no podíamos pegar los ojos y al mediodía siguiente nos estábamos cayendo del sueño”.

2. Entrenaron con pelotas prestadas.
Alguien se robó las pelotas Tango y nunca le llegaron al plantel de El Salvador para entrenar. El día previo al juego, en la última práctica, los húngaros tenían las 25 pelotas que les había dado la organización y trabajaban con ellas. “Las que nos habían dado a nosotros alguien se las había hueveado??? Tuvimos que ir a pedirle prestadas a ellos para poder entrenar”, narró hace unos años Jaime “Chelona” Rodríguez. Insólito.

La Selección de El Salvador previo al partido contra Hungría en España. Foto/ Archivo

3. El Salvador salió a ganar.
Como Argentina era campeona del mundo y Bélgica la subcampeona de Europa, se suponía que Hungría era, en el papel, el rival “más accesible” para la Selecta. Por eso El Salvador salió a ganar el partido, con tres delanteros arriba: “Mandingo” Rivas, Ever Hernández y Jorge “Mágico” González, más el apoyo creativo del “Pájaro” Huezo en la media. “Nuestro cuerpo técnico nos había dicho que ellos (Hungría) jugaban como el Paris Saint Germain (el equipo francés al que le habían ganado 2-1 en el Cuscatlán)”, recuerda “Macora” Castillo. Por tanto, la orden era atacarlos lo más posible. Ya en la cancha, la realidad fue otra…

4. Un video como referencia.
Los jugadores salvadoreños entraron al partido sin mayor conocimiento de lo que podía mostrar el rival. Lo poco que sabían de Hungría fue a través de un video de un partido anterior contra España, que les consiguió un empresario español. Por cierto, cobró buena plata por darles el video, y vieron la cinta apenas la noche antes del partido contra los húngaros.

El delantero Nylasi Tibor de Hungría cabecea el balón para marcar el primer gol. Foto/ Archivo

5. El Chelis Rugamas estaba lesionado.
José Eugenio Castro, miembro del cuerpo técnico, recordó que “tres días antes del partido contra Hungría, José Luis Rugamas se lesionó y no estaba apto para jugar. Se lo advertí a Mauricio Rodríguez, pero me dijo que esperaríamos el aval de los doctores. Ya en el juego, Rugamas no estaba bien. A los cinco minutos ya perdíamos 1-0 y Rugamas debio salir”. Rugamas salió al minuto 27, y en su lugar entró “Pelé” Zapata, quien anotaría el gol salvadoreño.

6. Pensaron en cambiar al “Negro” Mora
Mientras se desarrollaba el juego y la Selecta acumulaba gol tras gol, Salvador Mariona, miembro del cuerpo técnico, sugirió sacar al arquero Ricardo Guevara Mora del partido. El mismo guardameta recuerda que a los seis minutos del segundo tiempo le avisaron que lo iban a reemplazar, pero el cambio nunca se dio. En su lugar estaban Eduardo Hernández y José Luis Munguía, pero mantuvieron al “Negro”. Explica Mariona que “yo era el que quería cambiar a Mora, pero no porque pensaba que estaba atajando mal, sino por el shock de los goles. Pero Mauricio Rodríguez se negó a hacer el cambio. Me dijo que corríamos el riesgo de acabarnos a dos porteros en el primer partido del mundial”.

El abultado marcador en el estadio de Elche. Foto cortesía Raúl Díez.

7. ¡No festejés, Zapata!
Cuando “Pelé” Zapata hizo su gol, corrió a festejarlo con euforia; pero muchos de sus compañeros le pidieron que no lo celebrara tan efusivamente, para no irritar más a los húngaros. El mismo delantero migueleño cuenta que, tras anotar ese 5-1 parcial y gritarlo, “Huezo me vino a decir que me calmara, que íbamos a hacer enojar a los húngaros y nos iban a meter más goles. Y sí, al final nos hicieron más”.

8. El secreto del cuarto gol
Paco Jovel había recibido un fuerte golpe en el pómulo y casi no podía oír, y esa sordera temporal colaboró para que llegara el 4-0 húngaro. Cuando Guevara Mora le gritó que dejara una pelota, Jovel no lo escuchó, y el rechazo salió defectuoso. Mora había salido de su meta y el jugador húngaro, Jozsef Toth, la empujó con tranquilidad.

Lista de los goles durante el partido El Salvador – Hungría. Foto/ Archivo

9. Otro récord… húngaro
Además del 10-1, que es una marca mundial en cuanto a goleada, hubo otro récord en el partido: más goles marcados por un suplente. Laszlo Kiss ingresó en el segundo tiempo y convirtió tres goles, a los minutos 69, 71 y 73. “Anotar tres goles en un partido es lo máximo. Esas marcas van a quedar para siempre. Ese 10-1 nunca más será superado, en un Mundial ya no existen esas goleadas, todo es más parejo. Y aquello fue un accidente”, dijo en 2007 Kiss.

10. Silencio sepulcral.
Después de la paliza, hubo llanto y ausencia de palabras en el camerino. Rememora hoy Guevara Mora que “tuvimos la hombría de quedarnos callados, no hubo reclamos”, a pesar de los groseros fallos defensivos de muchos, que llevaron a la abultada derrota.