“Esta es una semilla que dura años y años si los salvadoreños lo sabemos aprovechar”, dijo el ministro de Turismo, José Napoleón Duarte, el 9 de julio de 2014, cuando fue inaugurado el Estadio de Fútbol Playa en el Centro Recreativo de Apulo, ubicado en el turicentro a las orillas del Lago de Ilopango.
Pasados casi tres años desde esas palabras, ¿se ha aprovechado este escenario deportivo, capaz de albergar a mil 500 personas y que cumple con los estándares de la FIFA? Hay un dato que ilustra: el lugar jamás ha recibido un torneo internacional, a pesar de que en esa inauguración se anunció que recibiría la Copa Centroamericana en octubre de 2014 y el Premundial de Concacaf de 2015.
Imagen del estadio desde el parqueo, cuenta con espacio para 200 vehículos. Foto EDH Mauricio Castro
No pasó ni lo uno, ni lo otro. Ambos torneos fueron disputados en el estadio de Costa del Sol. Y luego vino otra Copa de la Uncaf (en 2016) y otro Premundial (en 2017), y de nuevo le dieron la espalda a Apulo.
[ En 2013, la Fesfut prometió que Apulo albergaría eventos internacionales ]
“En Apulo van a estar preparados para recibir todo tipo de eventos internacionales”, prometió en aquella inauguración el vicepresidente Óscar Ortiz. Pero no pasó. Y al día de hoy, la Selección de Fútbol Playa no ha jugado un solo partido en Apulo, ni oficial ni amistoso.
“Queremos darle vida al estadio de Apulo, porque ahí nunca se ha hecho una competencia oficial”, aceptó el presidente de la Fesfut, Jorge Rajo, en plática reciente con El Diario de Hoy. “No es posible que algo gigantesco, que no lo tienen los demás países, esté subutilizado. Hay que revivir Apulo. La gente de (el Instituto Salvadoreño de) Turismo siempre nos lo ha recomendado, que es una inversión que está muerta y que la única manera de darle vida es a través de la federación”.
Pero hay dos fuertes razones, según la Fesfut, por las que no ha ocupado a Apulo como sede para eventos grandes: la inseguridad por la presencia de pandillas en la zona, y los problemas por intenso tráfico en Ilopango.
“Se han hecho valorizaciones en cuanto a la situación social que tenemos en el país. Cuando ha habido eventos internacionales, por dónde fue construido y lo que existe en su entorno, no permiten que se pueda realizar ese torneo, por el riesgo que lleva”, sostuvo Hugo Carrillo, tesorero federativo.
La zona aledaña al estadio tiene fuerte presencia de pandilleros. Foto EDH Mauricio Castro
Óscar Portillo, coordinador de fútbol estudiantil del Indes, tiene a su cargo el fútbol playa a nivel nacional, y aceptó que organizar torneos en Apulo es “peligroso, por las pandillas y las maras. Las instituciones educativas participan, pero la zona es peligrosa para los muchachos que van”.
A pesar de ello, el Indes ocupa el estadio de Apulo para que equipos capitalinos compitan de vez en cuando, y el lugar ya albergó una final nacional, entre los campeones de cada departamento, el año pasado.
Rudis Gallo, tecnico de la Playera, opina distinto en cuanto al tema seguridad en Apulo. “Cuando se montan eventos internacionales contamos siempre con la colaboración de la Policía para el traslado de las selecciones participantes. Ya la parte de dirigentes lo ven desde otra óptica”, expuso.
La realidad es que, como atestiguó EDH, en las zonas aledañas al estadio hay muchos miembros de la Mara Salvatrucha, que vigilan la calle de ingreso al lugar a pesar de que hay soldados dentro del turicentro.
El otro factor en contra de Apulo es el tráfico. Rajo explicó que “se ha hecho el estudio con la gente que ha venido de FIFA, hemos medido desde la federación el tiempo para llegar allá. En Semana Santa, Apulo es un lugar con mucha gente, mucha población. Había mayor facilidad del lado de la costa”, en La Paz, argumentó.
Imagen panorámica de la fachada del estadio en Apulo. Foto EDH Mauricio Castro
“Se nos hace más difícil el acceso a Apulo, más que todo por el tráfico a la hora que entrenamos”, consideró el DT Gallo, quien explicó que, como la Playera normalmente concentra en Ciudad Merliot en el Hotel del Indes, les resulta más fácil entrenar, por emplo, en Conchalío, “porque en 40 minutos ya estamos en el estadio”.
Por tales razones, lo habitual para la Selecta Playera es que ocupe Costa del Sol, Conchalío o Metalío. Pero nunca Apulo.
En todo caso, Gallo admitió que sí se está desaprovechando este escenario, porque “las instalaciones externas y la superficie de la arena tiene las condiciones para practicar a nivel de Selección o eventos internacionales. Quizá no se le ha dado el uso adecuado”.
Violencia vrs. esperanza
En la inauguración de 2014, el ministro Duarte dijo: “necesitamos entusiasmo y la esperanza a esos niños, para contrarrestar la delincuencia”. La idea era que el centro deportivo beneficiara a los casi 145 mil habitantes de Ilopango, y que los índices de violencia bajaran.
Hay datos que contrastan. Según información de la Policía Nacional Civil, en 2014 hubo 50 asesinatos en Ilopango; en 2015 subió a 137, y para 2016 la cifra fluctuó a 95. Sólo el año pasado murieron 58 personas entre los cero y 30 años, niños y jóvenes, justo en las edades de interés para usar un estadio de fútbol playa como Apulo.
Altas expectativas, realidades dolorosas; aunque, por supuesto, la presencia del estadio en Apulo no es el único factor a considerar en un tema social tan complejo.
En 2014 hubo también otras promesas. Según registró el sitio oficial de la vicepresidencia, tras la inauguración del estadio de Apulo “las autoridades del ISTU, en coordinación con el equipo técnico de la Fesfut, desarrollarán programas deportivos con carácter de prevención y educación para niños y jóvenes, a través de la realización de competencias deportivas locales para el fomento de esta rama deportiva, la recreación familiar y el sano esparcimiento, contribuyendo de esta forma a mejorar el bienestar y la salud mental de todas las familias salvadoreñas”.
Pero el Instituto Salvadoreño de Turismo, que administra el estadio, ha apoyado básicamente con prestar las instalaciones; la Fesfut no ha organizado torneos directamente.
[ La Alcaldía de Ilopango organizó un torneo en el estadio en 2015 ]
Quienes sí aceptaron el reto fueron los mismos habitantes de la zona: fundaron el Comité de Fútbol Playa de Apulo, que viene trabajando justo desde 2014 sin parar, y que intenta sacarle el jugo a la instalación deportiva con la que cuentan.
“Comenzamos creando torneos locales, de la comunidad, en masculino y femenino. Hay jugadores de toda la zona cercana de Apulo, de Vista al Lago, Amatitán, Apancino, del Valle y otros. Son 15 jugadores por equipo, y en el último torneo participaron 10 equipos en masculino y ocho en femenino”, explicó Aureliano Martínez, presidente de este comité.
El Comité de Fútbol Playa de Apulo organiza torneos en el estadio desde 2014. Foto EDH cortesía
Además, “nos mantenemos con el proyecto Café Riko, estamos ahorita en semifinales. Trabajamos con nivel 1 (seis a ocho años), nivel 2 (ocho a 10 años), nivel 3 (10 a 12 años) y nivel 4 (de 12 a 15 años). Están participando 250 atletas, contamos 23 equipos”, agregó Martínez.
De todos estos jugadores van surgiendo talentos, y como localidad ya tienen selecciones de Apulo (en libre femenino y masculino; Sub 12 y Sub 15 en varones), mismas que ya han participado contra equipos de otras regiones del país.
Para Aureliano y demás habitantes de Apulo que aman el fútbol playa, el estadio es un gran apoyo para sus niños y jóvenes, más allá de que no hayan eventos internacionales en el escenario. Ellos mismos son protagonistas de torneos locales, como una octagonal que jugarán el 16 y 17 de junio próximos, en la sede ilopaneca.
El estadio cuenta con todas las condiciones como para recibir un torneo internacional. Foto EDH Mauricio Castro
“Estamos trabajando una octagonal, viene un equipo de Costa Rica invitado, el Escazú, y participan Barra de Santiago, Costa del Sol, Metalío, Universidad de El Salvador, Apulo, Conchalío y San Isidro”, comentó Martínez. Este evento será apoyado por la Fesfut.
El fútbol playa, entonces, sí se ha convertido en un factor que ha impactado en Apulo. No tanto por la Fesfut, Indes o ISTU directamente, sino por los mismos residentes del lugar. De todos los chicos que juegan ahí, a la par del Lago de Ilopango, ya surgió uno para entrenar con la Selecta Playera de Gallo, Rigoberto Flores, quien casi entra en la nómina final para jugar la última Copa Pílsener. Una señal: el estadio de Apulo debe ser más aprovechado. Hay promesas por cumplir.