Chalatenango y la UES firmaron un empate de 2-2, anoche, en el estadio Gregorio Martínez. Tulloch y Miguel Lemus regalaron dos golazos para alegrar la noche en ese juego de la tercera fecha del Apertura 2016.
Chalatenango, todavía dolido con la UES porque el torneo pasado le arrebató un invicto de 16 partidos jugando de local, tomó la iniciativa del juego. Defensa bien ordenada con Carlos Carrillo y Eder Arias como pilares, y pasando todo el juego por los hombres del medio campo.
Víctor Merino viviendo una segunda juventud manejaba los tiempos de su equipo y estaba acuerpado por Oscar Jiménez atrás de él y con Christian Bautista con mucha voluntad por la banda izquierda, para mandar centros a Rodrigo Cubilla.
El primer intento de anotar fue del Pibe, cuando fue asistido dentro del área pero su remate se fue muy cruzado. Once minutos (16?) tardó en responder el equipo universitario con un potente cabezazo de Félix Sánchez que hizo volar a Dennis Salinas.
Después de eso el juego se puso más parejo. La UES aprovechó un tiro de esquina para romper el empate sin goles, gracias a un golazo de Mckauly Tulloch que se encontró una pelota al borde del área y sacó una volea que no dejó chance de que Salinas evitara el gol.
Los norteños volvieron a usar la fórmula las bandas y de ahí nació la jugada donde fue derribado Cubilla dentro del área para que se decretara el tiro de penalti. Dos minutos después el mismo uruguayo lo pateó suave y a un costado para poner el marcador parcial 1-1.
Para el segundo tiempo el partido se volvió estratégico. Rubén Alonso movía sus piezas y respondía Kiko Henríquez. Mckauly Tulloch volvió a ser la piedra de tropiezo al conseguir el segundo gol de la noche desde un tiro de penalti, tras la falta de Eder Arias sobre Félix Sánchez. Esa falta le costó la segunda amarilla, y que la primera se la habían sacado un minuto antes por reclamos.
Al 60?, el caribeño ponía el 2-1 parcial que se mantuvo hasta el 89?, cuando Miguel Lemus ya estaba trabajando por ese sector y mandaba varios centros, pero sin encontrar receptor. Sin embargo, se animó a sacar un zapatazo que se coló en el único hueco libre de la portería de Ramírez y así decretaba el 2-2 final que no viene mal porque estaban a minutos de quedarse sin sumar.
Un punto por bando con el festejo de la grada que se pintó de morado, no como en otras ocasiones, pero con un grupo significativo que no deja de apoyar a su equipo cuando actúa de local.