Sonsonate tiene seis fechas de no ganar, pero la goleada (4-0) del fin de semana a manos de FAS, fue la última que dirigió Edwin Portillo en Sonsonate. Este lunes se reunió con el presidente Pedro Contreras y llegaron a un acuerdo para que no continuara con el equipo debido a amenazas de supuestos aficionados.
“Yo fui testigo cuando en un partido me gritaron de todo y hasta me dijeron qué placa ando en mi carro y viajo todos los días. Me voy con la espinita porque quería continuar, pero estar en una parte insegura y así como está el entorno de El Salvador y la situación que vivimos en este país, creo que no vale la pena (continuar)”, expuso Bochinche.
El entrenador dejó entrever que fue recomendación de la directiva que no debía seguir con el equipo por esas amenazas que ha recibido. Incluso, Portillo dice que esos aficionados piden en redes sociales la cabeza del presidente y de algunos jugadores.
“Ellos (directivos) eran de la idea de que terminara, pero en palabras del presidente dice que tiene temor”, contó el DT, quien en sus palabras asegura que fue contratado para salvar la categoría, cosa que cree se tiene logrado “en un 90%”.
También criticó la idea de algunos dirigentes que quieren lograr cosas importantes en la Liga Mayor cuando apenas tienen dos torneos en el máximo circuito: “el problema es que este equipo es nuevo en la Primera División y quieren tener el rodaje de 20 años, hay directivos y aficionados que apenas empiezan a gatear y ya quieren correr y alcanzar muchas cosas en poco tiempo”.
Bochinche fue citado en un restaurante de Sonsonate y ahí acordaron su desvincluación con el cuadro cocotero. Además, dijo que no se había despedido de los jugadores porque tuvo “miedo” ya que se esperaba que llegaran algunos “aficionados”, sin precisar la razón ni el motivo de la presencia de estas personas.
El mismo Portillo señaló que Pedro Contreras ya tiene a dos candidatos para la vacante, uno es Guillermo Rivera y el otro William Renderos Iraheta.