En un estadio La Chilama, que resultó insuficiente e incomdo para la afición, se jugó el partido de vuelta de la final de la Segunda División, donde Real Destroyer se ganó el derecho a jugar el ascenso ante Guadalupano, tras superar a El Roble, 4-1 (5-2, en el global).
Ambos equipos llegaban en igualdad de condiciones, después de haber empatado en el primer partido (1-1).
Destroyer, a pesar de tener mejor conocimiento del terreno de juego, les costó decifrar el esquema táctico utilizado por El Roble, que supo manejar con mejor idea para tocar el balón y llegar sobre portería de Elio Guillén, quien se mostró bastante seguro ante algunos remates desde fuera del área.
Los portuarios se mostraron más peligrosos con el pelotazo que les dio profundidad de juego y acechar en el arco muñequero con más insistencia sobre el cierre del primer tiempo, contando entre las posibilidades, con las más clara, a los 31 minutos, tras un tiro de esquina donde Roserver Cuevas, en dos ocasiones, una de cabeza y otro con la pierna derecha, no pudo definir sobre la meta de Erick Alvarado.
Minutos después, Carlos Calderón fue derribado en el área, por zaguero muñequero, por lo que el central Ismael Cornejo, no dudo en sancionar penal. El mismo Calderón cobró el penalty, de una mala forma, que el tiro se fue a un lado de la portería, a pesar de haber engañado al guardameta.
Uno de los pocos momentos en los que silenció la barra local, con los lamentos de haber desaprovechado está oportunidad, que la visita festejó como si esta hubiese sido una anotación a su favor.
En la segunda parte, la tónica era la misma con Destroyer llegando más y Roble teniendo mejor idea del balón, con la diferencia que ahora llegaron los goles.
Los portuarios fueron los primeros, a los 57?, tras un tiro de esquina donde Sebastián Macasaet, sobre punto penal, se encontró cona pelota que definió cruzado de pierna derecha.
El festejo fue grande, pero la alegría no duró más de diez minutos, porque en el 64?, El Roble marcó la paridad. De penal, tras una mank en el áreas de Cuevas, que Iván Amaya convirtió en gol con un tiro a la derecha del meta Guillén.
Efecto Vásquez
Con el partido parejo, pero los ilobasquenses ganando confianza, el técnico local realizó algunas modificaciones en las que ae generó el ingreso de Juan Bonilla, quien se convirtió en el goleador, héroe y figura del Real Destroyer.
Bonilla destacó con las tres últimas anotaciones del equipo portuario, que le dieron el título.
Sobre el 78?, Francisco Medrani recibió la pelota y asitió a Bonilla, quien entraba por el centro y quedo frente al portero, venciendolo con un tiro raso (2-1).
Explosión de felicidad en las gradas, que creció con los otros tantos, en el 84?, el segundo de Bonilla, con un izquierdazo potente que dejo sin chance a Alvarado.
Al minuto siguiente (85?), Bonilla cerró un centro por izquierda, que inició Medrano, con un taco, y siguió Odir Soriano, para asistir en la cuarta anotación del Destroyer.
En el 89?, Iván Amaya falló un penal, al mandar afuera el balón, después de que él mismo recibió falta en el área. El partido ya estaba sentenciado, con el triunfo del Real Destroyer, campeón del torneo Clausura 2015.