Otoniel Salinas tiene una deuda consigo mismo y con el fútbol, la cual espera pagar ahora que está en Dragón, el equipo que lo fichó para el torneo Clausura.
El delantero asegura que su lío es que está pelado con el gol. Según sus cuentas, no anota desde el domingo 25 de enero de 2014, cuando marcó uno de los tantos con los que Alianza venció a Santa Tecla por 2-0 en el torneo Clausura. En resumen, el macizo tiene más de un año de no marcar.
¿Qué pasó? Un bajón en el nivel futobolístico y una lesión en los meniscos de la rodilla izquierda le mantuvieron lejos de su mejor cara.
Pero el jugador asegura que ya está en la fase final de su recuperación, y ahora que está con los mitológicos confía en que volverá a ser el goleador que se ganó un nombre en la Primera División vistiendo las camisolas de Atlético Marte y Alianza.
Salinas comenta que el técnico de Dragón, Roberto Toto Gamarra, está siendo clave para lograr su objetivo ya que está inyectándole muchísima confianza, y espera demostrarle su agradecimiento con puros goles. “El profe ha sido bien tranquilo conmigo, y eso es bueno porque te da más confianza, y te permite trabajar más tranquilo porque te sentís respaldado”, dijo.
Salinas es consiente de que tiene un reto difícil en Dragón, pues llega a llenar el espacio dejado por el máximo goleador histórico de Primera División, Williams Reyes, quien pasó a Águila, situación que lo pone a pensar, pero que tampoco le quita el sueño.
“La presión siempre está, donde sea que uno va siempre hay. Es mentira que un futbolista diga que no va a sentir presión ni nada. Me han traído con el cartel de que tengo que anotar, y espero en Dios que, a medida vaya pasando el torneo, me vea mejor y pueda ayudarle al equipo. Ya tengo mucho de que no anoto, y espero quitarme esa mala racha y anotar para aportarle al equipo”, agregó.
Con sed de goles
Salinas, como todo atacante, aseguró que espera marcar una determinada cifra de goles en la actual competencia de Primera, pero prefiere mantenerla en secreto, aunque no se anda con cuentos para manifestar que confía en que el Todopoderoso le ilumine para llegar a ese objetivo.
Afortunadamente, el atacante se entiende bien con sus compañeros mitológicos, y espera perfeccionar esa situación para conseguir los resultados en el terreno de juego. “A medida vayamos jugando juntos, nos vamos ir acoplando de la mejor manera, y eso me va a ayudar a mí a generar más confianza. Marcar va a ser un desahogo”, agregó.
Y ahora más que nunca, Dragón necesita que Otoniel recupere su mejor forma, pues ha tenido un mal arranque en el Clausura, donde ha perdido los dos primeros partidos. Sin embargo, esperan que en la próxima fecha, cuando enfrenten de visita a Juventud Independiente, las cosas mejoren.