Carlos Martínez se convirtió en el primer jugador español en jugar en la Primera División de nuestro país, su llegada vino con mucha especulación respecto al fútbol que ofrecería en Firpo, donde militó durante el Apertura 2013, un torneo antes del descenso de los usulutecos. Sin embargo, como la mayoría de extranjeros que vienen a nuestro país, pasó sin pena ni gloria y se fue por la puerta de atrás.
“Me fui a El Salvador por ‘Mágico’ y para poder jugar la CONCACAF. Fue una decisión difícil porque es un país algo peligroso, pero la idea de disputar esa competición y estar al lado del ídolo del Carranza me convencieron”, contó Martínez, a Marca.
En la actualidad es parte del FK Suduva, equipo del máximo circuito de Lituania. Carlos Martínez debutó en el Cádiz a los 17 años, cuando militaban en la Segunda, en la temporada 2007-2008.
“Era difícil vivir allí. Para salir a la calle tenía que hacerlo siempre en compañía. Apuñalaron a un compañero de equipo y pasé por un lugar donde mataron a tres personas a punta de pistola. Eso hizo que saliera rápidamente”, aseguró el gaditano.
En nuestro país tuvo la oportunidad de conocer y convivir con Jorge, a quien describe como un crack en todos los aspectos: “Siempre está jugando a fútbol. A mí me trató genial, de forma muy cariñosa. Hacía lo posible para que me sintiera como en casa, aunque para eso tuviera que llamarme ‘pisha'”, dijo Martínez.