José, un padre de familia que reside en la zona de La Gloria, en Mejicanos, San Salvador, comenta preocupado que una de sus dos mascotas se le llenó de pulgas, en cuestión de días.
Similar situación se enfrenta en el hogar de Teresa, salvadoreña que vive en el municipio de Antiguo Cuscatlán, La Libertad, cuyo perro se infestó de pulgas la semana pasada.
Ambos ciudadanos buscan la forma correcta de contrarrestar a estos ectoparásitos que atormentan a sus mascotas e implican riesgos para la salud de sus familias.
Pero sabrán ellos que este tipo de plagas son típicas de las épocas cálidas y húmedas. Tal vez no.
Debido al clima que se ha estacionado en territorio salvadoreño desde hace varias semanas, no solo los resfriados y enfermedades respiratorias han incrementado en la población.
Las mascotas, también sufren los estragos de las altas temperaturas y la constante humedad. Las pulgas y garrapatas pululan en zonas verdes y jardines, por lo que tanto los animales domésticos como callejeros están propensos a ser infestados.
Similares problemas se han reportan en Estados Unidos, México, Nicaragua y Suramérica, naciones que suelen registar temperaturas altas y un incremento de la humedad en estos meses.
Además del control externo que las instituciones de Salud Pública deben programar en barrios y colonias, las familias deben atacar este tipo de parásitos externos desde el interior de sus hogares.
La médica veterinaria Tania Catina Bracamonte explica que las pulgas en el cuerpo de las mascotas representan solo el 5% de la población total, el 95% restante está en el suelo, jardines, paredes y muebles de tu casa.
Por ello, además de llevar a los animales a un control médico que determine qué tipo de plaga tienen, es recomendable fumigar las casas. “La fumigación es lo más importante para el control total de la plaga”, recalca.
Si no se lleva a cabo la fumigación del lugar donde habitan las mascotas, la plaga no terminará.
Luego, aclara que no bastará con una sola desinfección, es importante repetirla después de 15 días.
Pero si el presupuesto no alcanza, otra de las recomendaciones de la veterinaria es adquirir las fórmulas de veneno que recomiendan los expertos, según sea el tipo de ectoparásitos, para elaborar una solución que puede aplicarse con el trapeador, todos los domingos, al menos por dos meses.
En el caso de las garrapatas, no es suficiente trapear, también hay que rociar la solución en paredes y muebles, pues este tipo de ácaros se suben en todo.
Es importante seguir las indicaciones de los médicos o empresas fumigadoras a la hora de adquirir un producto, pues de lo contrario se corre el riesgo de intoxicar a los residentes de la casa.
Además, hay químicos en el mercado que ya no son efectivos, porque estos ectoparásitos se han vuelto resistentes a algunos venenos.
También es primordial tener cuidado con las “recetas caseras” que se sugieren en diferentes portales o sitios web, lo mejor es preguntarle a los que conocen del tema.
A la hora de fumigar, hay que sacar a todos los animales que vivan en la casa, al menos 24 horas.
Si las mascotas viven en zonas rurales donde hay crianza de ganado, los riesgos de infestación son mayores.
Las pulgas no atacan solo a los perros, también son afectados gatos y conejos.
Pero ¿por qué es vital combatir las pulgas y garrapatas?
Primero, porque nuestras mascotas sufren una diversidad de daños físicos a causa de estos ectoparásitos, que en muy raras ocasiones pueden llegar a provocar daños en las personas.
Tanto perros, como gatos y conejos corren riesgo de ser afectados por las pulgas, y cada tratamiento médico es muy diferente para cada una de estas especies.
Las pulgas más comunes en nuestro país son la Ctenocephalides canis y la Ctenocephalides felis; y las garrapatas, Rhipicephalus sanguineus y la Ixodes.
Si no se trata el problema a tiempo, los animales infestados pueden llegar a morir.
Las pulgas, por ejemplo, son portadoras del Dipylidium. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lo define como un “cestodo (gusano plano) de cánidos y félidos domésticos. También afecta a animales silvestres, como zorros, jaguares, gatos silvestres, dingos y hienas, entre otros. El humano es un hospedero accidental y la infección se presenta principalmente en niños”.
Asimismo, la UNAM indica que un adulto llega a tener una longitud variable, de 20 a 75 centímetros. Son color blanco o amarillo claro.
“Pueden verse en las heces de las mascotas infectadas, parecen semillas de pepino”, explica la veterinaria.
Lo recomendable es desparasitar a las mascotas cada tres meses.
Al preguntar a la doctora que tanto riesgo corren los seres humanos de adquirir esta tenia, ella afirmó que es más fácil infectarse con los parásitos de la carne.
Sin embargo, no está de más hacerse exámenes de heces de forma periódica.
Asimismo, las pulgas son la causa principal de los padecimientos dermatológicos de mascotas y, también pueden provocarles anemia.
A los gatos, les puede generar micoplasmosis o hemoplasmosis, que además de la anemia les provoca letargia, anorexia, pérdida de peso, depresión y fiebre.
La garrapata, por su parte, puede provocar al perro la Ehrlichiosis, una grave enfermedad infecciosa producida por la bacteria Ehrlichia Canis. Puede afectar, también, a los gatos y a las personas.
